El Gobierno de Estados Unidos, bajo la «dirección» del presidente, Barack Obama, ha anunciado este jueves el inicio de los preparativos para acoger «al menos» a 10.000 refugiados sirios durante el próximo año, un «significativo» aumento en comparación con las cifras de los últimos meses.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha recordado que Estados Unidos es el mayor donante de ayuda humanitaria en relación al conflicto sirio, con 4.000 millones de dólares entregados hasta ahora.
Aunque Washington sostiene que esta asistencia es, «de lejos», la forma más eficaz de ayuda, considera que es necesario un «aumento significativo» del compromiso de acogida. En el año fiscal que termina este mes, Estados Unidos habrá recibido a 1.500 refugiados sirios, pero para el próximo año espera elevar la cifra a «al menos 20.000».
El Gobierno ya ha comenzado a realizar los preparativos bajo la «dirección» de Obama, según la Casa Blanca, que confía también en «influir» a otros países para que refuercen su ayuda a la población siria.
Earnest, no obstante, ha advertido de que la resolución final de la crisis pasa por una salida política del conflicto y, en este contexto, ha recordado al presidente sirio, Bashar al Assad, que tiene una especial «responsabilidad».