La llegada de solicitantes de asilo a Croacia ha continuado durante la madrugada del viernes, a pesar de la decisión del Gobierno de cerrar varios pasos fronterizos para aliviar la presión migratoria a la que se ha visto sometida la nación balcánica.
La Policía de Croacia anunció a última hora del jueves el cierre de siete pasos fronterizos con Serbia, incluido el de Tovarnik, por donde más de 11.000 refugiados han entrado al país en apenas dos días como parte de su intento desesperado por alcanzar el centro de Europa.
Croacia ha cumplido parcialmente la amenaza formulada por su ministro de Interior, Ranko Ostojic, que había adelantado que cerrarían las fronteras si el flujo migratorio seguía aumentando, esgrimiendo que la capacidad de recepción del país está desbordada.
La masiva llegada de refugiados a Croacia se debe a la construcción de una valla en la frontera de Hungría con Serbia, lo que ha desviado a los inmigrantes a territorio croata, desde donde esperan dar el salto a Eslovenia para alcanzar Austria y Alemania.
Pero a pesar de las restricciones fronterizas, los refugiados han seguido su camino por el viejo continente. A lo largo de la noche han atravesado a pie los campos que separan Hungría de Croacia, sin apenas controles.
Algunos –los menos– han logrado llegar hasta el paso fronterizo de Bajakovo, la única conexión por carretera entre Belgrado y Zagreb que sigue abierta. «Estamos exhaustos», ha dicho Hikmat, un sirio de 32 años. «Solo queremos llegar a un lugar donde estemos seguros», ha explicado.
Su periplo se interrumpirá previsiblemente en Eslovenia, donde las autoridades han suspendido el tráfico ferroviario tras la llegada a Dobova, la principal estación en la frontera con Croacia, de un tren con 150 refugiados.
Si consiguen cruzar a Eslovenia, las cosas se complicarán igualmente en Austria y Alemania, donde las fuerzas de seguridad se han desplegado en la frontera para restaurar los controles, aunque los pasos continúan abiertos.
En este contexto, Serbia ha amenazado a sus vecinos con acudir a tribunales internacionales. «Advertimos a Croacia y a cualquier otro país de que el cierre de las conexiones internacionales es inaceptable», ha dicho el ministro de Migración, Aleksandar Vulin.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE para el próximo 23 de septiembre en Bruselas con el fin de encontrar una solución a la crisis de refugiados.