El balance de víctimas mortales provocadas por el alud que el jueves sepultó el poblado de El Cambray, en el sur de Guatemala, ha ascendido a 131, una vez que las autoridades han dado por finalizado el tercer día de operaciones de rescate.
Asimismo, la cifra de desaparecidos se sitúa en alrededor de 300, mientras que aún quedan personas en lo alto del cerro afectado que se resisten a evacuar el lugar a pesar de los intentos de las autoridades por convencerles, según ha informado el diario guatemalteco Prensa Libre.
Un trabajador de los equipos de rescate citado por el diario ha afirmado que los trabajos han conseguido retirar cerca de 40 metros de material caído sobre el más de centenar de viviendas que quedaron sepultadas por el alud.
En este sentido, el portavoz del comando de operaciones que trabaja en el lugar, Julio Sánchez, ha detallado que hasta el momento se han retirado 74.000 toneladas de material.
El desprendimiento se produjo a última hora del jueves por la crecida del río Pinula, causada a su vez por las intensas precipitaciones de esta semana. La zona ya había sido declarada de alto riesgo por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) debido al desgaste del terreno en estos años.
Según el organismo, los residentes en El Cambray I y II fueron avisados en 2008 de que podría producirse una catástrofe natural de estas características, pero que seguían viviendo ahí porque «se hace prácticamente imposible trasladar a más de 35.000 personas a otro sitio».