En Siria e Irak ser homosexual estaba castigado con penas de cárcel. Pero con la irrupción del terrorismo de Estado Islámico en ambos países los gays están siendo perseguidos y asesinados. Los arrojan desde edificios y si no mueren, los apadrean hasta que quedan sin vida. Se trata de una práctica que desgraciadamente se repite con frecuencia. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana cuatro personas acusadas de ser gays fueron asesinadas tras ser lanzadas desde lo alto de dos edificios en Irak.
Las ejecuciones han tenido lugar en las ciudades de Mosul y Nínive. En la primera, dos chicos gays de los que se rumoreaba que eran pareja fueron asesinados después de que varios individuos les lanzaran al vacío desde la azotea de un edificio hasta darse contra el suelo y morir. Un testigo presencial asegura que las víctimas fueron llevadas a la parte superior de un edificio y fueron brutalmente arrojadas desde el tejado. En Nínive, otras dos personas fueron lanzadas desde otro edificio contra una pila de bloques de cemento. El imán de la ciudad leyó la sentencia ante una gran multitud que aplaudía y mostraba su satisfacción.
Tras cometer sendas atrocidades, los yihadistas publicaron las fotografías en su cuenta de Twitter con el fin de mostrar lo que les ocurre a las personas que son acusadas de ser homosexuales en Irak. Estado Islámico considera a los gays como «la peor de todas las criaturas». En su momento, el líder del grupo terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi, decidió que los homosexuales debían de ser lanzados desde edificios de gran altura. En lo que va de año al menos 30 personas homosexuales han sido asesinadas por yihadistas.