El presidente ruso, Vladimir Putin, ha criticado este martes la falta de voluntad de Estados Unidos de cooperar con Rusia en la lucha contra Estado Islámico y se ha mostrado dispuesto a enviar a Washington una delegación encabezada por el primer ministro, Dimitri Medvedev, para discutir una solución a la guerra en Siria.
En un discurso ante el Foro de Inversión organizado por VTB Capital, Putin se ha mostrado dispuesto a enviar «una gran delegación» a Washington, «seria y representativa» con Medvedev al frente, para «discutir, en primer lugar, cuestiones para una solución en Siria». Asimismo, ha dicho que también podrían formar parte de la misma el 'número dos' del Estado Mayor y otros responsables de seguridad.
«Este trabajo tiene que ser llevado a un nivel serio y sustancial, si queremos trabajar realmente de forma eficiente», ha defendido Putin, que ha criticado que por el momento los contactos con Estados Unidos estén siendo solo a nivel militar.
Igualmente, el presidente ruso ha defendido que es importante trabajar con los países de la región, ya que hay «demasiadas suspicacias mutuas y acusaciones». «Pero si no trabajamos hacia una solución, puede que nunca la encontremos», ha advertido, asegurando que Rusia espera ser capaz de «avanzar por la senda de la solución de los problemas políticos».
Por otra parte, Putin ha lamentado que Estados Unidos no haya querido cooperar con Rusia en Siria. Según ha dicho, han pedido a Washington «objetivos que consideren al cien por cien terroristas» y no han querido, como tampoco han querido señalar a Moscú las instalaciones que no hay que bombardear.
Rusia no quiere el liderazgo
El presidente ruso ha asegurado que con su intervención en Siria Rusia no está buscando «ningún tipo de liderazgo». «Solo hay un líder en Siria, el pueblo sirio», ha defendido, insistiendo en que Moscú está esforzándose por contribuir «a la lucha contra el terrorismo, que es peligroso para Estados Unidos, para Rusia, para los países europeos y para el mundo en general».
«Si queremos ser efectivos, si queremos no solo disparar y llevar a cabo ataques con misiles y conseguir una solución política, debemos motivar a aquellas fuerzas dentro del país y, dado que el conflicto es complejo, unir el trabajo entre las varias fuerzas sobre el terreno de Siria», ha defendido.
Así las cosas, ha considerado que tanto Rusia como Estados Unidos tienen que trabajar con aquellos a los que pueden influir, «persuadiéndoles de sentarse en la mesa de negociación y finalmente comenzar un proceso para una solución política».
«No hemos llegado a este punto aún en nuestro trabajo conjunto con Estados Unidos o con los europeos», ha reconocido, añadiendo que Rusia ha sugerido celebrar una reunión de alto nivel militar y política en Moscú, «pero hasta ahora no ha habido respuesta».