Al menos 20 personas han muerto a causa del atentado suicida que se ha producido este viernes al paso de una procesión por la festividad musulmana de la Ashura en Jacobabad, provincia de Sindh, en el centro de Pakistán.
Un hombre se ha inmolado en un callejón del barrio de Lashari Mohalla justo cuando pasaba la procesión de la Ashura, con la que los chiíes celebran el inicio del muharram, el primer mes del calendario lunar islámico. «La Policía ha recuperado parte del cuerpo del suicida», ha dicho el jefe de Seguridad Pública de Jacobabad, Malik Zafar Iqbal Awan. Además, otras veinte personas han muerto, incluidos cuatro niños, aunque algunas fuentes elevan la cifra a 22.
La explosión también ha dejado un número indeterminado de heridos que han tenido que ser trasladados a centros médicos cercanos, por lo que el balance de víctimas mortales podría aumentar, de acuerdo con la prensa paquistaní.
De momento ningún grupo armado ha reivindicado la autoría del atentado. Sin embargo, los insurgentes Lashkar-e-Jhangvi se han atribuido el ataque perpetrado el jueves contra una mezquita chií de Baluchistán, que dejó una decena de muertos, y han amenazado con más violencia.
El miedo a una nueva ola de violencia sectaria se ha disparado en el último año debido a la alianza de grupos armados escindidos del movimiento talibán que han jurado lealtad a los terroristas del Estado Islámico.
En este contexto la Ashura supone un enorme desafío de seguridad para las autoridades paquistaníes, porque para los milicianos suníes de dar un golpe contundente contra la comunidad chií.