La histórica ciudad de Palmira han sido nuevamente el foco de mira del Estado Islámico. Esta vez la banda terrorista ha atado a varias personas a sus columnas, que posteriormente ha dinamitado según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Esta organización admite no conocer la identidad de los asesinados ni tampoco el número de columnas que han sido derruidas.
La ciudad, situada en el desierto de Siria, fue tomada el pasado mayo, y desde entonces ha destruido parte de los monumentos de esta antigua región, siendo el Arco del Triunfo, de 2.000 años de antigüedad, uno de los más castigados.
Antes de estallar la guerra y de convertirse Palmira en un territorio tomado por el DAESH, estas ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del país.