El director de la compañía aérea rusa Kogalymavia ha declarado que el siniestro de uno de sus aviones en la península del Sinaí (Egipto) se produjo por «actividades externas». Además, el subdirector general de la compañía, Alexander Smirnov, ha subrayado que el siniestro no pudo deberse a errores técnicos o humanos, y ha resaltado que debía ser resultado de «otras acciones técnicas o físicas». «El avión estaba en excelentes condiciones. Descartamos un fallo técnico o cualquier error por parte de la tripulación», ha remachado.
Mientras, fuentes de la comisión investigadora egipcia han descartado que el avión fuera alcanzado desde el exterior y han manifestado que los análisis de las cajas negras revelan que el piloto no hizo una llamada de emergencia antes de desaparecer del radar.
El Kremlin ha reclamado una investigación exhaustiva del accidente para conocer las causas de la tragedia y no descarta ninguna teoría sobre el origen del accidente. Sin embargo, ya ha descartado la posibilidad de que se trate de un atentado terrorista. Las autoridades rusas confirmaron que el avión se desintegró en el aire antes de caer.
224 muertos
Un Airbus A321 de la compañía aérea rusa Kogalimavia que volaba a San Petersburgo con 224 personas a bordo, la mayoría de ellas de nacionalidad rusa, se estrelló en la península egipcia de Sinaí, por causas que aún se están investigando.
A primera hora de este lunes han llegado al aeropuerto de San Petersburgo los restos mortales de 144 víctimas del accidente aéreo.