El corazón de Antoine Griezman se paró a las 22.45 horas del día de ayer. En ese momento, el delantero del Atlético de Madrid enfilaba el túnel de vestuarios tras el partido que enfrentó y ganó la selección de Francia a la selección alemana por 2-0. Al igual que el resto de sus compañeros, el jugador del Atlético de Madrid se enteró de la masacre que vivía su país a través de las televisiones instaladas en el estadio. Todos se echaron las manos a la cabeza, pero fue al '7' rojiblanco al que más afectado se le vió. Su hermana, Maud Griezmann, tres años mayor que él y con residencia en Nueva York, se encontraba en París de visita y estaba en la sala Bataclan, donde se vivió el peor de los seis atentados vividos en la capital parisina.
Fueron 60 minutos de angustia y de llamadas sin respuesta en las que jugador galo no daba crédito. Griezmann se templó, mantuvo la calma e incluso con una sangre fría sorprendente logró publicar un tuit en el que pedía a Dios que cuidara de su hermana y del resto de franceses que estaban en la sala de la discoteca.
Grosse pensée pour les victimes des attaques. Dieu prend soin de ma soeur et des Français. #ViveLaFrance
— Antoine Griezmann (@AntoGriezmann) noviembre 13, 2015
Tres horas más tarde, la pesadilla acabó para el ariete colchonero. A través de su cuenta oficial de Twitter, Griezmann anunciaba que su hermana había logrado escapar de la masacre y volvía a dar gracias a Dios por recuperar a Maud. Además, aprovechó la ocasión para mandar las primeras condolencias a las familias de los fallecidos en los atentados.
Grâce à Dieu ma soeur a pu sortir du Bataclan. Toutes mes prières vont aux victimes et leurs familles. #ViveLaFrance
— Antoine Griezmann (@AntoGriezmann) noviembre 14, 2015