La reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que se celebró en el marco de la cumbre del G20 del domingo, fue constructiva pero no se han producido cambios en la relación bilateral, según ha señalado este lunes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
El portavoz de Putin ha incidido en que no cabe esperar un cambio sustancial en la relación bilateral tras este breve encuentro. «Sería muy ingenuo pensar que una reunión de 20 minutos cambiaría el sentido de las relaciones bilaterales», ha sostenido, según recoge la agencia Itar-Tass.
«Estas son relaciones las que son. Así son los desacuerdos. Pero también hay un entendimiento en que el diálogo ruso-estadounidense no tiene alternativa. Esto es un hecho concreto«, ha añadido.
Esta reunión, que no estaba planeada y que se produjo en los márgenes de la cumbre del G20, es la segunda entre los mandatarios en dos años. En la primera, que tuvo lugar el 29 de septiembre de este año en Nueva York, trataron el tema de la participación rusa en operaciones contra el Estado Islámico en Siria y las soluciones políticas del país.
El encuentro ha tenido lugar durante la cumbre del G20 en Turquía, marcada por los atentados de París, la guerra en Siria y la crisis mundial de los refugiados, entre otros asuntos.
La organización de la reunión ha reforzado los niveles de seguridad del encuentro, al que acudirán los líderes de los países del G-8 (Canadá, Estados Unidos, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia) excepto Francia y los de España, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Turquía y la UE.