Los líderes del G-20 se han comprometido en su última cumbre a adoptar acciones colectivas para lograr un crecimiento «fuerte, sostenible y equilibrado» que incremente la prosperidad de los ciudadanos, ya que actualmente es «desigual» y sigue estando por debajo de sus expectativas.
«Somos firmes en nuestra determinación de garantizar un crecimiento robusto e inclusivo y lograr más empleo y de mejor calidad. Reconocemos que fomentar un crecimiento inclusivo y fortalecer la confianza exigirá el uso de todas las herramientas políticas y un fuerte compromiso de todas las partes», recoge el comunicado con las conclusiones de la cumbre celebrada en Antalya (Turquía).
En este sentido, el G-20 advierte de que persisten los riesgos y las incertidumbres en los mercados financieros y de que los desafíos geopolíticos se están convirtiendo en un motivo global de cada vez mayor preocupación. Además, la caída de la demanda global y los problemas estructurales siguen lastrando el crecimiento potencial y real.
Con el fin de cumplir sus promesas, impulsar las inversiones como motor de crecimiento y promover la inclusividad de sus medidas, el G-20 ha adoptado una «amplia agenda» en torno a los tres pilares que rodean una implementación decisiva de sus compromisos pasados: fortalecer la recuperación y elevar el potencial de crecimiento, mejorar la resiliencia y reforzar la sostenibilidad.
En concreto, el G-20 se compromete a implementar «sólidas políticas macroeconómicas» de forma cooperativa y afirma que las autoridades monetarias de todos los países continuarán garantizando la estabilidad de precios y apoyando la actividad económica de acuerdo sus mandatos.
En esta línea, reitera su compromiso con una política fiscal flexible que tenga en cuenta las condiciones económicas en el corto plazo, así como a tener en cuenta la composición de sus presupuestos para apoyar la productividad, la inclusión y el crecimiento.
Asimismo, calibrarán cuidadosamente y comunicarán con claridad sus medidas, especialmente en política monetaria, para mitigar la incertidumbre, minimizar el contagio negativo y promover la transparencia.
El G-20 se reafirma en su compromiso adoptado en la reunión celebrada el pasado año en Brisbane (Australia) de elevar el PIB global un 2% adicional en 2018. «Nuestra prioridad principal es implementar de forma oportuna y eficaz nuestras estrategias de crecimiento que incluyan medidas para apoyar la demanda y reformas estructurales que elevan el crecimiento potencial y real y creen empleo», agrega.