El director de la Policía de Hannover, Volker Kluwe, ha revelado que había «planes serios» para atentar con una bomba en el estadio de fútbol de Hannover, que ha sido evacuado este martes poco antes de que comenzara el partido amistoso entre las selecciones de Alemania y Países Bajos.
En declaraciones a la prensa alemana, Kluwe ha explicado que han encontrado «una nota sobre un posible ataque con bomba» en el estadio, considerando que había «planes serios» para atentar y, por tanto, una «amenaza concreta».
El diario local 'Kreiszeitung' ha informado de que la Policía ha encontrado una ambulancia cargada con explosivos justo enfrente del estadio, información desmentida posteriormente por el gobierno alemán. También aseguran que había un «alborotador» conocido por las fuerzas de seguridad alemanas.
Hora y media antes de que comenzara el encuentro, la Policía ha anunciado por megafonía que el partido se había cancelado y ha pedido a los espectadores que evacuaran rápidamente y se fueran a sus casas.
Estaba previsto que la canciller alemana, Angela Merkel, y varios miembros de su Gobierno, así como dos ministros de Países Bajos –que ya han cogido un avión, de acuerdo con Reuters– acudieran al partido como muestra de solidaridad tras los atentados de París.
«La seguridad es primordial», ha dicho el alcalde de Hannover, Stefan Schostok, confiando en la decisión de la Policía. «Si hay una amenaza, deben darse estos pasos», ha sostenido, según ha recogido 'Bild'.
El amistoso entre Bélgica y España, previsto para este martes, también se ha suspendido, en este caso siguiendo las recomendaciones de las autoridades locales, que han aconsejado posponer el encuentro por razones de seguridad.
De momento, sigue en pie el partido que enfrentará a Inglaterra y Francia, que contará con la presencia del primer ministro británico, David Cameron, y arrancará con la Marsellesa, en homenaje a las víctimas de los atentados en París.
El viernes por la noche un comando de hasta ocho terroristas del Estado Islámico llevó a cabo una serie de atentados en distintos puntos de París, incluido el estadio de Saint Denis, cuando se estaba disputando el partido entre Francia y Alemania.