“Para derribar un avión y desprender la cola del mismo hacen falta al menos 500 gramos de explosivo. En una lata de refresco, sin apenas sitio, apenas debieron caber 100 gramos. Esta foto del explosivo es un montaje”. Los expertos en desactivación de explosivos de la Guardia Civil consultados por este diario son concluyentes sobre la falta de credibilidad de la foto del artefacto que presuntamente derribó un avión ruso sobre la Península del Sinai, mostrada hoy por el aparato de propaganda del Estado Islámico (ISIS). En este atentado murieron los 224 ocupantes de la aeronave.
En la foto mostrada por el ISIS aparece un iniciador que los TEDAX identifican como “de origen militar”, que puede provenir de “cualquier arsenal del mundo. Pueden haberlo robado o comprado en cualquier parte”. Por lo demás, aprecian un montaje “sinceramente, un poco cutre” y con algunos defectos técnicos, lo que resta aún más credibilidad a la instantánea.
“El avión, cuando fue derribado, no había alcanzado altura suficiente como para que un agujero en la cabina produjera una despresurización catastrófica”, explican las mismas fuentes. De hecho, el avión cayó aparentemente porque se desprendió la cola como consecuencia de una explosión. “Para eso se necesita al menos medio kilo, que no cabe en esa lata de refresco, y mucho menos si lleva metralla, que agujerea el fuselaje, pero no rompe la estructura”, aseguran.
Una mochila explosiva
La tesis más plausible, en opinión de estos TEDAX, es que la explosión la provocara una mochila cargada de explosivo que viajara en la bodega. “No parece que hubiera un suicida en el pasaje. Y el dispositivo que muestran es el típico de encendido y apagado, on/off. Necesita que alguien lo active”.
Técnicamente, la foto y su veracidad plantea una duda más a los expertos consultados. En la imagen no aparece batería alguna, que es imprescindible para un artefacto explosivo. “Al tratarse de un iniciador militar, el voltaje que usa no es el habitual, es decir, que no vale con la batería de un mando de apertura de garaje cualquiera. Hace falta algo más extraordinario o difícil de encontrar”. Además, la batería no puede ser más grande que el propio artefacto explosivo.
El ISIS no ha proporcionado información sobre la sustancia explosiva que presuntamente utilizó en este atentado, que costó la vida a 224 personas. La tesis más razonable parece la de explosivo plástico, PG2 o C4 en su versión norteamericana, que es fácil de manipular y de conseguir. Este tipo de explosivo, para arrancar una parte de la estructura de un avión, “requiere cantidades más grandes”, siguen explicando los expertos del Cuerpo Armado a los que ha consultado Estrella Digital.
Estos TEDAX aprecian que los terroristas del ISIS “tienen preparación en explosivos”. “Lo que han hecho en París no es fácil, montar un cinturón explosivo tiene su complejidad técnica”, explican. No dudan de que los responsables de fabricar de las bombas del ISIS tienen preparación, “probablemente militar”.