El ultraderechista francés Jean Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, ha propuesto que se restablezca «la pena de muerte por decapitación» contra los milicianos del grupo terrorista Estado Islámico, responsable de asesinar a 130 personas el 13 de noviembre en París.
En su mansión de Montretout, Le Pen ha recuperado su retórica más polémica al proponer una serie de medidas para luchar contra el terrorismo basándose en «los principios fundamentales de legítima defensa» y la «preferencia nacional», según la cadena RTL.
Además de plantear la decapitación de los terroristas —«como hace DAESH»–, Le Pen ha propuesto la supresión de la doble nacionalidad, el restablecimiento de las fronteras interiores en la UE, la creación de 100.000 plazas más de prisión y la expulsión de los inmigrantes que «no respeten ningún derecho social», entre otras medidas.
El fundador del Frente Nacional, expulsado del partido tras decir que las cámaras de gas nazis eran un «detalle» en la Historia, considera que Francia vive «una verdadera situación de guerra interior» y que, como tal, debe atender a la «gente decente» y responder a la actual «inmigración masiva».
Jean Marie Le Pen coincide con su hija y sucesora, Marine, en la necesidad de reforzar la seguridad y los controles. «Las fronteras europeas, verdaderos coladeros, no podrán nunca representar una garantía de seguridad para los franceses», aseguró el jueves la actual líder de la formación ultraderechista.