La red de productoras audiovisuales puesta en marcha por el Estado Islámico (también llamado DAESH) para aumentar la difusión de sus crímenes ha permitido al grupo terrorista incrementar un 70 por ciento la captación de nuevos combatientes extranjeros. Son los llamados 'foreign fighters' que abandonan sus lugares de origen para unirse a las filas de Abu Bakr Al Baghdadi, 'El Califa Ibrahim'. Se estima que 25.000 han llegado al califato en los últimos años.
En un seminario sobre seguridad y comunicación, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha revelado ese dato, consecuencia, según ha dicho, de la «enorme capacidad de seducción y movilización que tienen estas herramientas audiovisuales». Estado Islámico ideó este mecanismo para abarcar el mayor espacio posible de su territorio y amplificar su mensaje distribuyendo luego sus videos por las redes sociales.
Según Martínez, «más del 50 por ciento de los videos que muestran ejecuciones están inspirados en películas de terror, películas de acción y videojuegos populares en todo el mundo. ¿Qué pretende el DAESH? seducir a determinados públicos para adherirles a su propósito macabro de destrucción utilizando su propio lenguaje».
Esta red audiovisual cuenta ya con 36 productoras repartidas en diferentes territorios de Siria, Irak, Yemen, Libia, Argelia, Túnez, África occidental, Rusia y Afganistán. El objetivo es «distribuir productos culturales segmentados y diferenciados por audiencias», explica el secretario de Estado.
90% de víctimas musulmanas
El 16 por ciento de estos videos muestra ejecución de rehenes, lo que Martínez ha cifrado en «más de 1.500 personas de los cuales, por cierto, más del 90 por ciento son musulmanes».
La red audiovisual consiste en una televisión por cada provincia, cada una con su propio logotipo, reporteros, micrófonos con la bandera del grupo y autonomía propia, pero todas ellas siguiendo el mismo patrón que marcan las dos grandes productoras de imágenes del grupo: Al Hayat y Al Furqan, más potentes en medios y capaces de elaborar contenidos de gran calidad cinematográfica.
Se asemeja a una red de televisiones locales distribuidas por todas las provincias ('wilayas') sobre las que se asienta el autoproclamado califato de Abu Bakr Al Baghdadi. A juzgar por sus contenidos recogidos por Europa Press estas nuevas productoras audiovisuales no se limitan sólo a Siria e Irak, sino que también empiezan a elaborar contenidos en otros lugares en los que han surgido movimientos fieles al Estado Islámico como Libia.
Este mismo lunes se ha conocido un video en el que un yihadista de DAESH amenaza a Francia con nuevos ataques si no cesan los bombardeos sobre Siria. En sus exigencias, este terrorista habla en francés y pone como ejemplo las presiones de los españoles a su Gobierno para forzar la retirada de Irak en 2004.
Ha sido elaborado por una de las productoras locales con las que cuenta Estado Islámico para difundir su mensaje en todo el territorio del califato. En concreto, este video lleva el sello de Diyala, una región al este de Irak fronteriza con Irán y de mayoría suní (la corriente del Islam que profesa el Estado Islámico) y kurda.
La presentación es siempre la misma y guardando unos patrones comunes. Los videos siempre arrancan con la frase «En el nombre de Alá el Clemente y Misericordioso» que habitualmente encabezan todos los textos islámicos y acto seguido el logotipo de la productora correspondiente.
Luego, en las imágenes, este logotipo figura siempre en la esquina superior derecha y, como seña de identidad unificadora de todas estas productoras, a medida que avanza el video el logotipo se transforma en repetidas ocasiones en la bandera del Estado Islámico, la enseña negra con la inscripción de la Shahada, la declaración de fe para los musulmanes: «No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta».
En estos videos se muestran asesinatos, decapitaciones, enfrentamientos armados que acaban con victoria para los terroristas y cualquier acción que Estado Islámico considere que deba ser conocida. La difusión de estos contenidos se produce principalmente en las redes sociales y en especial en Twitter donde se acompañan con etiquetas para que el impacto sea aún mayor.
Objetivos
Este despliegue permite a los terroristas canalizar la información y dotarla de mayor calidad técnica e intención que los videos o imágenes personales que pueden colgar sus militantes o seguidores en las redes sociales.
Alguna de estas productoras ya está detrás de algunos de los videos más conocidos de Estado Islámico de los últimos días como el que mostraba a los terroristas a finales de febrero destrozando piezas históricas en un museo de Mosul. Los radicales consideran las estatuas y los monumentos como falsos ídolos. Aquellas imágenes en concreto fueron obra de la productora creada por Estado Islámico en la región de Nínive.
En cualquier caso, se aprecia que los recursos técnicos de estas productoras locales no llegan a ser tan sofisticados como los empleados por las dos grandes firmas audiovisuales del grupo terrorista a través de las cuales han difundido hasta ahora sus acciones más conocidas como las decapitaciones de ciudadanos occidentales o el video de 22 minutos en el que quemaron vivo al piloto jordano. Se trata de Al Hayat (la vida) o Al Furqam (el criterio), autoras también de documentales sobre la vida en el nuevo Estado Islámico.