El primer ministro, francés, Manuel Valls, se ha convertido en el rostro implacable del Gobierno francés en su lucha contra el terrorismo. El jefe del Ejecutivo galo ha puesto en su punto de mira a los refugiados que intentan llegar a la Unión Europea y ha sido tajante: “Europa no puede admitir a tantos inmigrantes, no es posible”, ha dicho en un encuentro con corresponsales europeos de periódicos de la talla de Suddeutsche Zeitung y The Guardian.
Valls lanzado estos mensajes en plena situación de desorden internacional a raíz de los atentados perpetrados en suelo francés -que causaron la muerte de 129 personas hace casi dos semanas- y el agravamiento de las tensiones en Siria. Inestabilidad que ha llevado al presidente francés, François Hollande, a iniciar una gira diplomática para conseguir apoyos contra Estado Islámico.
El primer ministro francés ha asegurado que “el control de fronteras exteriores de la Unión Europea es esencial para el futuro de la UE” y ha anunciado que Francia no acogerá a más refugiados de los 30.000 a los que ya se ha comprometido París para los próximos dos años.
“La guerra va a ser larga”
Valls se ha mostrado claro con respecto a la situación internacional y la lucha contra el terrorismo yihadista: “la guerra va a ser larga y va a durar, pero la ganaremos en todos los frentes: en el exterior contra el Estado Islámico y en el interior contra los jóvenes radicales que cogen las armas contra nuestros cuidadanos”.
Mientras, el presidente francés François Hollande se encuentra de gira diplomática para formar una coalición contra Estado Islámico. Ya se ha reunido con el primer ministro británico, David Cameron, y este miércoles cena con la canciller alemana, Angela Merkel, cuya ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, ya ha confirmado que su país enviará 650 soldados a Mali para apoyar a Francia en la lucha contra el yihadismo en ese país.
El jueves será el turno del primer ministro italiano, Matteo Renzi, y del presidente ruso, Vladimir Putin, con quien podría tener un encuentro algo más tenso tras el derribo de un avión ruso por parte de Turquía, miembro de la OTAN. Más aún cuando la Unión Europea aprobó ayer un paquete de ayudas a Ankara para frenar la inmigración a Europa desde ese país.
España, por el momento, se mantiene fuera tanto de la ronda de visitas de Hollande como de un posible anuncio de apoyo militar. El martes Manuel Valls urgió al Gobierno de Mariano Rajoy algún tipo de ayuda en la lucha contra el Estado Islámico a pesar de la cercanía de las elecciones generales. Una demanda que apoyó el embajador francés en España, Yves Saint-Goeurs, quien insiste en que el momento de discutir sobre la ayuda de España es “ahora” y no esperar a que salga un nuevo ejecutivo de las urnas.