El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha pedido a la población que permanezca «vigilante» ante la posibilidad de que se produzcan nuevos atentados y ha explicado que, con el fin de evitar amenazas, seguirá combatiendo al «corazón» del grupo terrorista Estado Islámico, en Siria y en Irak.
Obama ha comparecido este viernes en la Casa Blanca para hacer balance de 2015, un año marcado por la alerta antiterrorista a nivel mundial y que ha tenido en San Bernardino (California) el último ejemplo de islamismo radical.
«Exprimiendo el corazón de Estado Islámico, su núcleo en Siria e Irak, complicaremos que bombee su terrorismo y su propaganda al resto del mundo», ha subrayado el mandatario norteamericano, que de esta forma ha defendido su campaña de bombardeos en Oriente Próximo.
Obama ha asegurado que Estado Islámico ya ha perdido el 40 por ciento del territorio que controlaba en Irak y también está retrocediendo en Siria, por lo que ha apuntado que la ofensiva de ataques aéreos debe ser «más dura que nunca». Obama, no obstante, ha advertido de que Estados Unidos tiene que seguir «vigilante» dentro de sus fronteras. En este sentido, ha pedido a la población que, sin caer en el «terror», avise a las autoridades si detecta algo «sospechoso».
«Todo lo que podemos hacer de nuestra parte es permanecer vigilantes», ha añadido Obama, que considera inexistente el riesgo cero. «Es muy difícil detectar conspiraciones de lobos solitarios o que impliquen a un matrimonio», ha admitido, en alusión al tiroteo de San Bernardino.