El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se ha ofrecido a trabajar para «arreglar» las relaciones comerciales con la Unión Europea y Ucrania, a pesar de que no ha escatimado críticas contra la política de ambos durante el último año y a las represalias que, a día de hoy, sigue adoptando.
Putin ordenó la semana pasada la suspensión de la zona libre comercio con Ucrania a partir del 1 de enero, el mismo día en que comenzará a aplicarse el acuerdo entre Ucrania y la UE. El mandatario argumentó «circunstancias extraordinarias que afectan a los intereses y a la seguridad económica» de Rusia.
Sin embargo, el presidente ruso se ha mostrado mas conciliador este martes y ha asegurado que quiere «arreglar las relaciones con los aliados en este asunto«, citando en concreto los casos de Ucrania y la UE, según la agencia de noticias oficial Itar-Tass.
Putin ha defendido que en la última ronda de contactos mantenida en Bruselas los representantes rusos presentaron propuestas concretas, pero la delegación europea afirmó que «el juego se había terminado» y dieron por concluido el diálogo. «Esto no es del todo europeo, no es del todo tolerante», ha apostillado.