A cerca de ocho meses del inicio de los Juegos Olímpicos del 2016, el estado de Río de Janeiro vive una de las peores crisis financieras de su historia, lo que llevó a decretar el miércoles el estado de emergencia en el sector de salud.
El anuncio hecho por el gobernador Luiz Fernando Pezão busca enfrentar el caos instaurado en el área de salud del estado, con hospitales y unidades de atención de urgencia cerrados por el no pago de salarios, insumos y materiales. El decretar estado de emergencia, que puede tener vigencia de hasta 180 días, acelerará la liberación de recursos, especialmente federales, para abordar el problema.
«Vivimos una situación muy difícil en el estado, tal vez la más difícil entre los estados brasileños, pero cuento con la ayuda federal, de la presidenta Dilma (Rousseff) y de todos para sacar al estado de esta situación lo más rápido posible», dijo Pezão a periodistas.
Este aseguró que están «haciendo un gran esfuerzo para solucionar las dificultades». «No creemos que pueda haber algún perjuicio para que los Juegos se celebren en la ciudad de Río de Janeiro«, añadió el gobernador.
El estado estima que las deuda con servidores y abastecedores de la red de salud de Río de Janeiro suman 1.400 millones de reales, pero necesita unos 350 millones de forma urgente para reabrir las unidades cerradas.