Andrés Moreno fallecía este viernes, a los 38 años, mientras era trasladado al hospital San José de Ciudad Obregón a causa de un infarto al miocardio. El hombre más obeso del mundo fue intervenido en octubre para someterse a una operación para bajar de peso y mejorar su calidad de vida.
«La operación no fue nada fácil porque inclusive se nos doblaron los instrumentos y tuvimos que utilizar dos equipos insufladores de gas cuando normalmente usamos uno», explicaba José Castañeda, el bariatra que dirigió la cirugía. Aunque entró al quirófano con un peso de 323 kilos, había llegado a alcanzar más de 440 kilos.
La desesperación por su situación le llevó a pedir ayuda a través de Facebook «Hola amigos y familiares, disculpen si los molesto con mi publicación; me da mucha pena pero necesito de su ayuda con lo que ustedes puedan y esté a su alcance para hacerme la operación de bypass. Mi peso es ya más de 300 kilos; mis pies ya no me pueden, casi no puedo caminar y he sufrido de preinfarto. La verdad, estoy desesperado».
Dos días antes de la cirugía publicaba “Listo para emprender mi viaje hacia el principio de mi nueva vida”. Pero la operación tuvo grandes dificultades, ya que tuvieron que ayudarle a subir a la ambulancia cinco bomberos. Después de superar la intervención tuvo que ser operado de urgencias por una hernia.
La muerte de su padre llevó a Andrés Moreno a una fuerte depresión. Con su estado anímico, su novia decidió dejarle y el hombre más obeso del mundo se encerró con su tristeza y cada vez comía más “hasta dos kilos de frijoles”, afirmaba Andrés.
Su sueño era llegar a pesar 80 kilos y dedicarse a impartir conferencias para ayudar a otras personas en su misma situación. Pero la lucha que llegó a su fin el 25 de diciembre por causa de un infarto.