El mal tiempo asola el suroeste de Estados Unidos. Las fuertes lluvias, que han provocado graves inundaciones, y tornados han provocado la muerte de, al menos, 43 personas. Las inclemencias, que han afectado a zonas del este y suroeste del país, han supuesto interrupciones en las conexiones de transporte, forzando incluso a la cancelación de más de 1.100 vuelos.
Texas ha sido una de las regiones más castigadas por el temporal, que ha provocado la muerte de 11 personas y ha supuesto el desplazamiento de decenas de personas a refugios. En Garland, un área cercana a Dallas, un tornado de fuerza cuatro, el segundo más poderoso de la clasificación, con vientos de más de 320 kilómetros por hora azotó la comunidad dejando a su paso unas 600 viviendas destruidas, el jefe de la policía local.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró zonas de desastre en cuatro condados. “Oramos y apoyamos a quienes han perdido sus casas y han visto sus vidas desarmadas. Texas está haciendo todo lo posible para reconstruir y para ayudarlos a lidiar con los desafíos que están enfrentando ahora” ha declarado.
Equipos de asistencia como la Cruz Roja y Salvation Army continúan trabajando en las zonas afectadas.