El magnate estadounidense Donald Trump ha difundido este lunes su primer anuncio de campaña, un breve vídeo en el que ha reiterado algunas de sus medidas más polémicas, entre ellas la prohibición de entrada de musulmanes a Estados Unidos y la construcción de un muro en la frontera con México.
En este vídeo, el candidato republicano ha utilizado imágenes de un salto en la valla que delimita la frontera entre Marruecos y la Ciudad Autónoma de Melilla para alertar de la presión migratoria que sufre Estados Unidos desde México.
Una portavoz de Trump, Hope Dicks, ha reconocido que no conoce cuál es la fuente utilizada para ilustrar el vídeo difundido este lunes y ha remitido a la empresa productora, que no se ha pronunciado por el momento.
El millonario empresario es partidario de levantar un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y que este último país sufrague su construcción. Mientras el narrador del vídeo expone esta idea, sin embargo, las imágenes de fondo corresponden a un asalto de inmigrantes subsaharianos a la valla de Melilla, según el portal norteamericano Politifact.
Trump ya había anunciado que, con la llegada de 2016, iniciaría una ofensiva publicitaria que, según sus propias estimaciones, le costará al menos 2 millones de dólares semanales. La nueva estrategia ha dado este lunes su primer fruto: un vídeo de 30 segundos que recoge las promesas más mediáticas del millonario empresario.
Contra los musulmanes y DAESH
En el vídeo, un narrador recuerda que Trump propone un veto «temporal» para que los musulmanes no puedan entrar en Estados Unidos -«hasta saber lo que está pasando», añade-. El mensaje está acompañado por imágenes de los dos islamistas que asesinaron a 14 personas en San Bernardino (California) a principios de diciembre.
A continuación, reitera la necesidad de «cortar la cabeza» del grupo terrorista Estado Islámico, así como de frenar su suministro de petróleo.
Otro de los objetivos de Trump pasa por «detener la inmigración ilegal» levantando un muro en la frontera con México y cuya construcción será sufragada por el país vecino.
«Haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande de nuevo», proclama como colofón el magnate, que ha pasado de ser la nota anecdótica de la campaña republicana al favorito en todos los sondeos. Las polémicas, lejos de mermar el nivel de apoyo, lo han disparado hasta el punto de doblar a sus más directos perseguidores en la carrera hacia las elecciones de noviembre.