Unas 90 mujeres han denunciado que sufrieron robos, amenazas e incluso agresiones sexuales durante las celebraciones de Nochevieja. La Policía y los testigos han asegurado que unos mil hombres se organizaron por grupos para perpetrar los ataques en las inmediaciones de la catedral.
Alrededor de 90 mujeres han denunciado asaltos -una de ellas habría sido violada- cometidos por un grupo de hombres presuntamente en estado de embriaguez. El jefe de la Policía, Wolfgang Albers, ha explicado que, según testigos, los atacantes tenían aspecto «árabe o norteafricano» y entre 18 y 35 años.
«No aceptaremos estos repugnantes ataques contra mujeres. Todos los responsables rendirán cuentas», ha advertido el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, en un mensaje de Twitter.
La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, ha subrayado que no existen indicios sobre la posible implicación de refugiados, en un intento por evitar que estos incidentes puedan alimentar la ola xenófoba que ha crecido en Alemania tras la masiva llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo.
Rekel, que en octubre sufrió un apuñalamiento, ha considerado «absolutamente inaceptable» lo ocurrido en Nochevieja y ha instado a las mujeres a seguir participando en las celebraciones, aunque con mayor protección.
El ultraderechista Alternativa para Alemania ha pedido a la canciller, Angela Merkel, que cierre las fronteras para evitar la entrada de más refugiados. «Señora Merkel, ¿ya es Alemania lo suficientemente colorida y cosmopolita tras la ola de delitos y ataques sexuales?», ha planteado la líder de esta formación, Frauke Petry.
Merkel, sin embargo, ha reiterado este martes sus llamamientos para «respetar a todos», independientemente de su procedencia. El responsable de la asociación de municipios, Roland Schaefer, teme que hechos como los de Colonia alienten una «xenofobia» que se manifiesta con ataques prácticamente diarios contra asentamientos de refugiados.