El Gobierno de Irán ha prohibido las importaciones procedentes de Arabia Saudí, en un nuevo capítulo de la tensión política que viven ambos países desde la ejecución del clérigo chií Nimr al Nimr y el ataque a la Embajada saudí en Teherán.
En un encuentro encabezado por el presidente iraní, Hasán Rohani, el Ejecutivo ha confirmado este jueves la prohibición de la importación de productos de origen saudí, según ha informado la agencia de noticias estatal IRNA.
El Gobierno también ha avalado un veto para aquellas personas que quieran realizar la peregrinación menor (Umrah) a la Meca, lucrativa para Arabia Saudí e importante para la comunidad musulmana. La prohibición fue instaurada por primera vez en abril de 2015, en respuesta a los supuestos abusos contra dos hombres iraníes por parte de agentes aeroportuarios saudíes.
El comercio bilateral entre Arabia Saudí e Irán es pequeño si se compara con el tamaño de sus economías, pero las represalias económicas se suman a los gestos políticos de los últimos días. El domingo, a raíz del ataque a la Embajada, Riad decidió romper sus relaciones diplomáticas con Teherán y arrastró consigo a varios países aliados.
Grupos empresariales y consumidores saudíes han empezado a promover un boicot a los productos iraníes, principalmente pistachos y encurtidos. Líderes de cámaras de comercio ven factible obtener esos mismos productos a través de firmas locales u otros países árabes.