Alemania ha iniciado el nuevo año en medio de una enorme polémica por la ola de agresiones sexuales masivas registradas durante la celebración de la Nochevieja en Colonia y otras ciudades del país. La canciller Angela Merkel, que ha recibido las presiones de la extrema derecha y otros sectores de la sociedad tras estos ataques, ha dado un giro a su política de asilo y ha respondido con contundencia a las críticas al prometer que endurecerá el castigo a los inmigrantes que cometan cualquier tipo de delito.
La coalición del Gobierno alemán, constituida por los Cristianos Demócratas de la CDU y su socio el Partido Socialdemócrata, endurecerá las penas contra los refugiados que infrinjan la ley. Un borrador del documento plantea que los refugiados sentenciados a penas de prisión o libertad condicional pierdan su derecho a solicitar asilo y consiguientemente expulsados.
El Gobierno alemán también ha confirmado que entre los responsables de la ola de robos, amenazas y abusos sexuales hay algunos solicitantes de asilo. La policía alemana ha identificado a 31 personas por su nombre que participaron en la violencia, de las 18 están en proceso para recibir asilo en Alemania. La gran mayoría de los actos criminales documentados en la Nochevieja están relacionados con robo y lesiones, pero también hay varios casos de agresión sexual, aunque la Policía no tiene nombres en relación con estos actos.
Más de un centenar de mujeres denunciaron haber sufrido robos, amenazas o abusos sexuales durante las celebraciones de Nochevieja en los alrededores de la catedral de Colonia, por parte de hombres jóvenes, en su mayoría ebrios, según dio a conocer la policía alemana.
La crisis de los refugiados y los recientes ataques protagonizados por algunos inmingrantes han desenterrado el fantasma de la xenofobia, una lacra que se ha traducido en ataques contra centros de acogida de extranjeros. Alemania acogió en 2015 a 1.1 millones de refugiados, en su gran mayoría sirios, iraquíes, eritreos y afganos. La Oficina Federal para la Investigación Criminal tiene registrado hasta el mes de diciembre 817 delitos contra centros de refugiados, de los cuales 733 están ligados a motivaciones racistas.