Los terroristas que llevaron a cabo los atentados del pasado 13 de noviembre en París tenían al menos tres pisos francos en Bélgica, según ha revelado este miércoles la Fiscalía belga, a cargo de la investigación relacionada con estos hechos.
Uno de estos pisos es el situado en el barrio de Schaerbeek, en Bruselas, de cuya existencia se había sabido ya la semana pasada, después de que la Fiscalía diera a conocer que durante un registro en el mismo el 10 de diciembre se encontraron restos de explosivos y lo que parecían ser tres cinturones bomba.
Este apartamento, según ha aclarado este miércoles la Fiscalía, «fue alquilado bajo la identidad falsa de Fernando Castillo el 1 de septiembre de 2015 por un año». Además, ha ofrecido nuevos detalles sobre lo encontrado en su interior, explicando que había un «boceto hecho a mano de una persona con un gran cinturón en su cintura», pero no se hallaron armas.
También se encontró una huella dactilar de Salah Abdeslam, el único de los miembros del comando que perpetró los atentados que no murió aquella noche y logró escapar hacia Bélgica, donde se le perdió la pista desde entonces, así como «ADN de Bilal Hadfi», uno de los suicidas que se inmoló junto al Estadio de Francia, según la Fiscalía.
En cuanto al segundo apartamento, este se encontraba en Charleroi y «fue alquilado bajo la identidad falsa de Ibrahim Maaroufi el 3 de septiembre de 2015 por un año».
Las fuerzas de seguridad lo registraron el 9 de diciembre y hallaron «un colchón así como huellas digitales de Bilal Hadfi y de Abdelhamid Abaaoud», considerado el cerebro de la operación y que murió el 18 de noviembre en un asalto contra el apartamento de Saint Denis en el que se escondía. Según la Fiscalía, no se hallaron ni armas ni explosivos.
Por último, la investigación ha permitido localizar una casa en la localidad de Auvelais, a unos 50 kilómetros al sur de Bruselas, igualmente alquilada bajo el nombre falso de «Kayal Soufiane el 5 de octubre de 2015» y, como en los casos anteriores, por un año.
La Fiscalía ha explicado que «esta identidad falsa ha sido usada por una de las dos personas a las que fue a buscar a Salah Abdeslam a Budapest el 9 de septiembre de 2015». El registro a la vivienda, realizado el 26 de noviembre, solo permitió el hallazgo de varios colchones, pero no armas ni explosivos.
En todos los casos, según la Fiscalía, tanto el alquiler por un año como la garantía se pagaron en efectivo a los propietarios. La investigación ha permitido asimismo determinar que el Seat Leon empleado en los atentados de París pasó por las proximidades de los alojamientos de Charleroi y Auvelais.
También se ha averiguado que un BMW alquilado por uno de los detenidos en relación con el caso, B. Mohamed, también paso por las proximidades de los tres pisos francos.