martes, septiembre 24, 2024
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Locos por el pelo del turco

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Como si se tratara de la tierra prometida, Turquía se ha convertido en pocos años en el edén de los alopécicos. Ya hay incluso paquetes a medida: avión, estancia en hotel y trasplante de pelo, 3.000 euros. Si hace un lustro el 'boom' de la cirugía estalló en sudamérica, a donde millones de europeas viajaron para operarse el pecho, ahora es el país otomano el que atrae al sector masculino bajo la promesa de hacer desaparecer uno de los mayores temores de los hombres: la calvicie.

Con el último atentado terrorista ocurrido en Estambul y la amenaza constante del ISIS, el turismo de salud se ha convertido en la esperamza de salvavidas económico de Turquía para 2016. De hecho, los últimos estudios realizados para este nuevo año que acaba de comenzar no son muy esperanzadores para el sector turístico. También, países como Alemania han recomendado a sus ciudadanos en Turquía evitar «provisionalmente» lugares públicos y «atractivos turísticos» en dicha ciudad. Pero no es el primer revés que sufre el país. En octubre y tras el ataque terrorista que sufrió Ankara en el que murieron 113 personas las agencias de viajes vieron como miles de turistas cancelaban sus paquetes vacacionales.

El turismo, fundamental

El golpe se prevé fuerte si se tiene en cuenta que Turquía en los últimos tres lustros ha triplicado el número de visitantes y que su PIB depende en gran medida de los visitantes extranjeros. Los últimos datos proporcionados en 2014 por el gobierno turco hablan de 39.226.226 visitantes. Es decir es el sexto país del mundo con mayor atracción turística. Por este motivo, y en previsión de que la afluencia de viajeros descienda durante 2016 por la amenaza yihadista, el turismo de salud se erige en la gran esperanza de la economía turca.

En este horizonte y como producto estrella aparecen los trasplantes capilares. Solucionar esta pesadilla estética masculina puede resolverse en Turquía por menos de la mitad del coste que supondría la misma operación en España o en otros lugares de Europa. De hecho, algunas operadoras turísticas ofrecen paquetes de viaje y operación, ésta con 15 meses de garantía, por menos de 3.000 euros. En España ese mismo tratamiento oscila entre los 8.000 y los 12.000 euros.

Las razones para ofertar un precio tan competitivo son básicamente dos: los bajos salarios de los empleados y la competencia entre clínicas. «En Turquía un cirujano, un enfermero o un celador no cobran ni la mitad que sus equivalentes en España o Italia. Por tanto, los gastos de funcionamiento son más baratos. Además aquí hay una gran competencia por atraer al turista. A mayor competencia, mejores precios», afirma Daniele, el representante español de la clínica del DR Serkan Aygin con sede en el país otomano.

Una prueba de que Turquía se ha tomado en serio promocionar el turismo de salud fue la celebración de una feria en 2014 bajo el nombre de Istambul Medical Tourism Fair, en la que las grandes clínicas del país pudieron publicitar sus ofertas. Durante los últimos dos años la operadora Aratravel, que trabaja directamente con la clínica del doctor Serkan Aygin, ha conseguido que más de 1.000 personas entre España e Italia viajen a Turquía para someterse a la implantología capilar.

Además de la intervención, Turquía ofrece opciones ilimitadas para diferentes expectativas: los mejores hoteles de 5 estrellas, hoteles boutique únicos, albergues, y muchas opciones diferentes, tiene como objetivo ofrecer a los visitantes una experiencia inolvidable con la historia y las maravillas naturales.

Un proceso de tres días

El proceso puede crear cierta desconfianza al principio, pero las opiniones de los resultados de muchos pacientes en foros especializados y la aparición del tema en prensa han suavizado las reticencias. A pesar del gran número de clínicas, el proceso a seguir una vez allí no dista mucho de unas a otras. El paciente aterriza en Turquía y es recogido por un chófer que lo traslada a la clínica, donde es recibido por un traductor. Tras conocer al doctor se le realiza un análisis de sangre para conocer su estado de salud, Durante el segundo día se extraen los cabellos de forma individual del área donante. En el tercer y último día estos injertos capilares son trasplantados a la zona receptora. La técnica utilizada es la FUE, llamada así porque no deja cicatriz y el resultado es más gradual y natural.

Pero aquí no acaba el seguimiento. La mayoría de paquetes además del vuelo, el hotel y la operación incluye también visitas online y la medicación posterior a la intervención. Además, la mayoría de las clínicas suelen escribir a sus clientes periódicamente para conocer su estado. Aunque los primeros resultados se pueden ver a los seis meses, no es hasta pasado el año cuando se pueden observar el verdadero desenlace. Turquía no tiene un pelo de tonta, pero ¿dejará el ISIS que fluya el pelo turco? 

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