Estados Unidos ha informado de que dos civiles murieron y otros cuatro resultaron heridos a causa de los bombardeos realizados por la coalición internacional entre el 4 y el 17 de julio del año pasado contra las posiciones del Estado Islámico en Irak y Siria.
Las muertes ocurrieron en los alrededores de la ciudad siria de Raqqa, la capital 'de facto' del autoproclamado califato. En un caso, la coalición internacional atacó 16 puentes y mató a un civil que conducía un camión. Una segunda explosión cerca de allí acabó con la otra persona.
«En todos los casos anunciados hoy, las investigaciones determinaron que, aunque los ataques aéreos cumplieron con las normas en conflictos armados y tomaron todas las precauciones debidas, desafortunadamente hubo víctimas civiles», ha dicho el portavoz del mando norteamericano, el coronel Patrick Ryder.
Es la cuarta vez desde el inicio de la ofensiva aérea contra el Estado Islámico, en verano de 2014, que Estados Unido admite la existencia de bajas civiles por los bombardeos. En los casi 10.000 ataques aéreos efectuados han muerto 16 civiles, aunque se han formulado 120 denuncias.
«Creo que merece la pena mencionar la culpabilidad del Estado Islámico porque sigue actuando y escondiéndose entre civiles inocentes en zonas populosas, en un intento de evitar ser alcanzado», ha dicho Ryder.