El candidato conservador, Marcelo Rebelo de Sousa, ha sido elegido presidente de Portugal directamente en primera vuelta con un 52 por ciento de los votos, según resultados oficiales correspondientes al 98 por ciento del escrutinio.
De Sousa se impone así al socialista António Sampaio (22,7 por ciento) y a la candidata del Bloque de Izquierda, Marisa Matias (10,1 por ciento). Muy por detrás quedan Maria de Belém (4,24 por ciento) y Edgar Silva (3,91 por ciento).
El ya presidente electo ha prometido «unir lo que las coyunturas han dividido» ante la época de «incertidumbre y desafío» que afronta el país. «Un país como el nuestro, que sale de una crisis económica y social profunda, no se puede permitir el lujo de desperdiciar energías«, ha afirmado. Para De Sousa, «cuanto más unidos estemos, más fuertes seremos en el combate contra las injusticia y en la promoción de la credibilidad y la esperanza en el futuro».
De Sousa tomará posesión como 20º presidente de Portugal el 9 de marzo sustituyendo a Aníbal Cavaco Silva, a quien ha saludado en su discurso de victoria. También ha mencionado a otros antecesores como Ramalho Eanes, Jorge Sampaio y Mário Soares, quienes «han servido al interés nacional».
El presidente electo ha prometido prestar atención preferente a los más necesitados, «a los que viven en la periferia de la sociedad de la que habla el Papa Francisco». «Tenemos que ser capaces de crecer de forma sostenida, de generar empleo, de corregir las injusticias sociales que agravó la crisis, pero tenemos que hacer todo esto sin comprometer la solidez financiera», ha apuntado.
El futuro presidente deberá coexistir con un Gobierno de izquierdas liderado por el Partido Socialista (PS) y respaldado por comunistas y Bloque de Izquierda. Este Ejecutivo llegó al poder en noviembre de 2015 tras tumbar en el Parlamento a la coalición que encabezaba Pedro Passos Coelho, del PSD.