España ha empeorado su puntuación en el Índice de Percepción de la Corrupción 2015 elaborado por Transparencia Internacional (TI). La organización le ha otorgado una calificación de 58 puntos, que le coloca en el puesto 36 de los 158 países que componen el análisis.
Esto supone un descenso total de 7 puntos desde el comienzo de la legislatura del Partido Popular a finales de 2011 y una bajada de cinco puestos en la clasificación, lo que lo convierte, además, en el peor resultado de su historia.
En 2011, España se encontraba en el puesto 31, por encima de países como Portugal, Polonia y Eslovenia, que este año han obtenido mejores resultados. Chipre, Estonia y Lituania son otros países europeos que logran mejor puntuación que España.
Los grandes escándalos de corrupción como 'los papeles' de Bárcenas o el caso de los ERE de Andalucía han supuesto un aumento de la negatividad en la percepción de la corrupción en España. La directora para Europa y Asia Central de TI, Anne Koch, ha asegurado que «ahora vemos que la corrupción crece, mientras que se reducen los espacios de la sociedad civil y la democracia».
Transparencia Internacional destaca que España se encuentra junto a Libia, Australia, Brasil y Turquía entre los países que han tenido un mayor descenso de sus posiciones en los últimos cuatro años. Por su parte, los países que han mostrado mejoras más sustanciales fueron Grecia, Senegal y el Reino Unido.
España se sitúa así por debajo de la media de la Unión Europea de 67 puntos, junto a países como Croacia, Hungría, Eslovenia, Grecia, Rumanía, Italia y Bulgaria.
Aun así, TI asegura que “España no tiene corrupción sistémica, como ocurre en un gran número de países, sino múltiples escándalos de corrupción política en los niveles superiores de los partidos y de los gobiernos”. La organización fundamenta el descenso de la puntuación en los últimos tres años en diversas causas como son la mejora de los sistemas de control, las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social.
“España tiene un problema de corrupción política muy serio y se tiene que afrontar de manera integral y sin parches”, apunta la ONG. Y añade que los efectos sobre la imagen del país “son negativos” y podrían afectar a posibles inversiones. “La crisis política y la debilidad institucional pueden ser un problema para la continuidad de las reformas, pero pueden ser una oportunidad para el cambio profundo y la llegada de nuevas fuerzas realmente comprometidas con la transformación institucional que se necesita en este terreno”.
Dinamarca y Somalia, los extremos
Los daneses han logrado, por segundo año consecutivo, colocarse en la primera posición de la clasificación con una puntuación de 91 puntos sobre 100. A continuación, los primeros puestos de los países más transparentes del mundo los ocupan Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Holanda, Noruega, Suiza, Singapur, Canadá y Alemania, que comparte la décima posición con Luxemburgo y el Reino Unido.
Por su parte, Somalia y Corea del Norte son los países peor puntuados en la escala de corrupción, con solo 8 puntos. Por encima de estos dos países están Afganistán, Sudán, Sudán del Sur, Angola, Libia, Irak y Venezuela.
“El Índice de Percepción de la Corrupción de 2015, muestra claramente que este fenómeno sigue asolando al mundo. No obstante, 2015 también fue un año en el cual las personas volvieron a salir a las calles para protestar contra la corrupción. A nivel global, el público envió un mensaje contundente a quienes están en el poder: es el momento de hacer frente a la gran corrupción”, ha manifestado José Ugaz, presidente de Transparency International.