lunes, septiembre 23, 2024
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Zika: el resultado de la indiferencia de Occidente

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Era un completo desconocido hasta hace tan solo unos meses pero ahora se ha convertido en un peligro para la salud pública. Así lo confirmó la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, que aseguró que se “expande de manera explosiva” en Latinoamérica. El virus Zika se contagia a través de la picadura de mosquitos y de momento no existe tratamiento para combatirlo. La infección genera fiebre, molestias musculares, dolor de cabeza y existen dudas sobre su posible asociación con trastornos neurológicos y malformaciones fetales en mujeres embarazadas.

La comunidad internacional ha reaccionado ahora, cuando las autoridades sanitarias han alertado sobre el riesgo de su propagación. De hecho, Zika forma parte de las denominadas ‘enfermedades olvidadas’. No son mediáticas, apenas están presentes en los países desarrollados y en ocasiones sufren la inacción de la comunidad internacional. “El virus Zika es un ejemplo de estas enfermedades tropicales olvidadas, enfermedades tropicales raras, que se conoce desde hace muchos años pero nunca ha habido epidemias con mucho número de personas, con lo cual no se sabía mucho sobre él”, asegura Mónica Rull, responsable médico de Médicos Sin Fronteras.

Reacción internacional

La Organización Mundial de la Salud anunció el pasado jueves que convocará un Comité de Emergencia la próxima semana para decretar si el brote de este virus significa una emergencia sanitaria de alcance internacional. Por otro lado, las autoridades estadounidenses confirman que cuentan con dos empresas candidatas para investigar la vacuna del virus, aunque creen que no estará disponible hasta dentro de varios años.

En España, donde se han detectado tres casos importados en Cataluña y Castilla y León, el Gobierno en funciones trabaja ya en un protocolo de actuación para hacer frente a esta afección, tal y como ha informado el diario El Mundo. “Es un buen ejemplo de la falta de investigación. No hay vacuna, no hay tratamiento específico, es un ejemplo sobre enfermedades raras que no afectan a mucha gente y que por lo tanto no se invierte en ellas”, añade Rull.

Desde MSF piden más inversión para revisar los sistemas de vacunación, reforzar la vigilancia y priorizar las iniciativas de investigación y desarrollo para tratar este tipo de enfermedades. Según la organización, la malaria, el sarampión, la meningitis, el cólera y diversos virus emergentes, además de Zika, también suponen una amenaza para la salud pública y pueden convertirse en epidemias durante los próximos meses. “Hay enfermedades que están resurgiendo y parásitos que estaban a la baja. No son las únicas pero son las que nosotros consideramos que este año posiblemente volvamos a tener brotes”, asegura Mónica Rull, responsable médico de la organización. 

En 2015, más de 400.000 muertes por Malaria

Según datos de la OMS y de Unicef, se calcula que en el año 2015 se produjeron 214 millones de nuevos casos de Malaria y aproximadamente 438.000 muertes por esta enfermedad. Además cerca de 3.200 millones de personas –casi la mitad de la población mundial- están en riesgo de contraer la enfermedad. Son los desplazamientos de población, el calentamiento global y las lagunas en las estrategias de control y eliminación lo que provoca el aumento de los casos de Malaria, tal y como explica MSF.

Aunque los casos de paludismo se han reducido gracias a las iniciativas de control y eliminación, MSF explica que “todavía se producen picos estacionales abruptos y epidemias inesperados con altas tasas de mortalidad”. La organización proporcionó tratamiento a más de dos millones de enfermos y administró quimioprevención de la malaria estacional a más de 750.000 niños menores de cinco años. “Tiene que haber acceso rápido al tratamiento y gratis porque mucha gente no lo puede pagar. La gente no debería morir por esa enfermedad porque existe un tratamiento efectivo”, afirma Rull.

El sarampión, una enfermedad vírica altamente contagiosa para la que no existe tratamiento específico, en los países pobres la tasa de mortalidad oscila entre el 3 y el 20%. MSF recuerda que existe una vacuna segura y barata que ofrece un alto nivel de protección.

También existe vacuna para la meningitis –meningicoco A-  que protege durante al menos 10 años. La mayoría de infecciones y muertes se producen en África, en el cinturón de la meningitis, la franja desde Etiopía hasta Senegal. “ Se han realizado grandes campañas de vacunación preventiva, que han logrado reducir el número de casos. Sin embargo, en 2016 podría declararse un gran número de brotes de otras cepas de meningitis a lo largo del cinturón. No existen suficientes dosis de vacuna contra el meningococo C y en todo caso es demasiado cara y su producción no está aumentando”, dice MSF. 

Por otro lado, la vacuna oral contra el cólera reduce su propagación, pero su uso está restringido por su escasez. Se trata de una enfermedad provocada por una bacteria que causa diarrea acuosa aguda y vómitos que puede generar una deshidratación grave e incluso la muerte en cuestión de horas si no se suministra el tratamiento. 

Médicos Sin Fronteras aclara que las cifras de fallecidos por virus y parásitos emergentes «no resultan especialmente elevadas -con la excepción del Ébola-» el número de casos aumenta. El dengue, el chikunguña y el zika resultan «dolorosos e incapacitantes» y no «se dispone de métodos de diagnóstico, medidas preventivas o tratamientos que resulten fiables y fáciles de usar». Rull afirma que «si no se ponemos en marcha cambios significativos estamos condenados a repetir los errores del pasado».

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