La creatividad asesina de los terroristas y afines de Estado Islámico parece no tener fin, tal y como demuestra atrocidad que se le ocurrió a un joven simpatizante de grupo terrorista en Australia. Sevdet Ramadan Besim, un adolescente de 19 años, ideó un plan terrorista de lo más extravagante: cargar un canguro de explosivos, en el que previamente pintaría un escudo de Estado Islámico, y soltarlo entre un grupo de policías.
El ataque, que no se llevó a cabo, estaba pensado para el 25 de abril de 2014 en el desfile del ANZAC Day, la conmemoración de la batalla de Galípoli (Turquía) en la que las fuerzas armadas de Australia y Nueva Zelanda (ANZAC) perdieron 10.000 hombres en 1915.
Sin embargo, el atentado se frustró porque una semana antes fue detenido en una insólita redada policial en la que 200 policías detuvieron a cinco adolescentes afines a grupos terroristas que tenían en su poder cuchillos y espadas.
Besim conversó sobre este plan con otro adolescente británico, que resultó ser un auténtico reclutador para la organización y que le animó a llevar a cabo el atentado. En una de las conversaciones entre ambos, según se recoge en el sumario del caso, los adolescentes comenzaron a hablar tras el envío de una imagen de una bayoneta. “Mira lo que he encontrado, ¡ja, ja!”, indicaba el joven australiano.
“La conversación continúa con Besim detallando lo que hizo aquel día, una discusión sobre la fauna australiana y la idea de que se podrían colocar explosivos C4 a un canguro, pintarle el símbolo del Estado Islámico y soltarlo entre los policías”, según aparece en la investigación judicial y recoge la Australian Broadcasting Company. A esta idea extravagante de atentado, le siguió una más atrozmente realista que consistía en atropellar a un policía y decapitarlo.
El joven australiano, que ya lleva un año en prisión, se enfrenta a un juicio en el que le acusan de cuatro cargos entre los que está haber planeado un atentado terrorista. La policía de Melbourne asegura que el joven tiene ideas extremistas y expresó su “apoyo” a Estado Islámico.
El terrorista condenado más joven
Pero lo llamativo del caso no es sólo las nuevas ideas de asesinar, sino que las conversaciones sobre planes terroristas entre dos adolescentes de dos puntas del mundo sea de lo más habitual.
De hecho, el interlocutor de Besim es un joven británico de 15 años, que ha sido condenado a cadena perpetua por terrorismo por un juez de Manchester, con lo que se ha convertido en el condenado por estos cargos más joven.
Se trata de un reclutador que contaba tan sólo 14 años en el momento de los hecho, que a través de internet y su móvil contactaba con jóvenes y los atraía a la causa. Un auténtico reclutador que tenía miles de seguidores en Twitter, medio por el que terminó contactando con su “hermano” australiano que le propuso el plan del canguro-bomba.
El adolescente, cuya identidad no ha sido desvelada, se declaró culpable de su parte de la trama y de que los investigadores le consideraran de un “extremismo” radical.
De hecho, los investigadores están convencidos de que el atropello y decapitamiento que planeaba Besim se habría llevado a cabo si la policía británica no hubiera interceptado el material y hubiera avisado a las autoridades australianas.