El Tribunal Supremo (TS) de Florida (EEUU) ha anulado la condena a pena de muerte del guipuzcoano Pablo Ibar, que lleva 21 años preso en una cárcel del citado estado, 15 de ellos en el corredor de la muerte, por el asesinato en 1994 de dos modelos y el dueño de un local nocturno de los que él se declara inocente, y ha ordenado que se lleve a cabo un nuevo juicio.
En un comunicado, la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar ha destacado que con esta decisión «por fin se abre el camino a que Ibar pueda demostrar su inocencia».
El TS de Florida, en una decisión tomada por cuatro votos contra tres, ha decidido anular la declaración de culpabilidad de Ibar y por tanto su condena a muerte y ha ordenado la repetición del juicio.
En todo caso, la asociación ha explicado que esta decisión no es definitiva, ya que el Estado de Florida puede aún apelarla, algo que ve «muy probable», bien en recurso de reposición ante el propio Tribunal Supremo de Florida, bien incluso ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
Ibar fue condenado a muerte por un triple asesinato, que niega haber cometido. A finales de junio de 1994 la policía entró en un domicilio de la localidad de Mirarmar, en el Estado de Florida y halló los cuerpos sin vida del propietario de la casa, Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno, y dos de sus bailarinas, Sharon Anderson y Marie Rodgers. La consiguiente investigación culminó en la acusación formulada el 25 de Agosto de 1994 contra Seth Peñalver y Pablo Ibar.
El primer juicio contra los dos acusados se celebró en Fort Lauderdale, Florida, el 5 de mayo de 1997, y fue declarado nulo el 25 de enero de 1998 al no ponerse de acuerdo el jurado sobre un veredicto en el caso. Además, el 11 de enero de 1999 se inició un segundo juicio.
Durante la fase de selección del jurado, el abogado de oficio asignado a Ibar fue detenido acusado de agredir a una mujer embarazada en un incidente de violencia doméstica. El acusado presentó una moción de cese del abogado que fue denegada por el tribunal y otra moción solicitando un aplazamiento del juicio que fue aprobada. El juicio de Seth Peñalver continuó y fue condenado a muerte.
El tercer juicio de Pablo Ibar dio comienzo el 17 de abril de 2000, el jurado lo declaró culpable el 14 de junio, iniciándose la fase de determinación de la pena el 24 de julio de 2000, y concluyó con la condena a muerte de Ibar.
La asociación recuerda que ni las huellas dactilares, ni el ADN recogido en el lugar del crimen coinciden con las huellas de Ibar y su acusación se basa principalmente en un vídeo de vídeovigilancia en el que «se ve un rostro difuminado con ínfima resolución y fuertes contrastes lumínicos».