El presidente de Haití, Michel Martelly, ha abandonado este domingo su cargo tras completar su mandato y ha dejado al país sumido temporalmente en un vacío de poder ante la falta de un sucesor elegido tras la suspensión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Tras semanas de protestas en las que ha habido incluso muertos, este sábado se alcanzó un acuerdo para un gobierno de transición que debería tomar las riendas del país hasta la celebración de las elecciones aplazadas el próximo 24 de abril.
Según el calendario pactado por Martelly con el presidente del Senado, Jocelerme Privert, y el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Cholzer Chancy, el Parlamento deberá elegir ahora un presidente interino que ocupará el cargo durante unos 120 días, hasta que se celebren las elecciones y el nuevo presidente pueda asumir su mandato el 14 de mayo.
Durante un acto celebrado en la Asamblea Nacional, Martelly ha entregado de forma oficial la banda presidencial a Privert, dando así fin a sus cinco años al frente de Haití. El presidente ha hecho un balance positivo de este tiempo y ha asegurado que abandona el cargo cumpliendo con la ley y «para contribuir al regreso a la normalidad constitucional».
Por su parte, según informa Radio Metropole, Priver, presidente de la Asamblea Nacional, ha llamado a la tregua con el fin de que pueda aplicarse el acuerdo alcanzado. Así las cosas, ha tomado nota del fin de mandato de Martelly y ha declarado que «a partir de este momento, hay un vacío presidencial y una disfunción del poder ejecutivo».
Durante este vacío, según ha comentado él mismo, el primer ministro saliente, Evans Paul, ha indicado que será él quien asuma las riendas del país hasta que la Asamblea Nacional elija en un plazo de cinco días al presidente interino.
«Durante el lapso de tiempo que esté ahí, la puerta no tiene llaves, está abierta para escuchar las reivindicaciones», ha aseverado, según informa AlterPresse.
Haití celebró la primera vuelta de las elecciones presidenciales el pasado 25 de octubre, que fueron tachadas por la oposición como «farsa». La segunda vuelta debía celebrarse el 27 de diciembre e iba a enfrentar al candidato gubernamental Jovenel Moisés con el opositor Jude Célestin, pero fue aplazada al 24 de enero para ser suspendida nuevamente.