Más de 50 personas han muerto como consecuencia de un motín registrado en la madrugada del jueves en el Penal de Topo Chico, en el estado de Nuevo León, situado en el noreste de México, según han informado fuentes de la Agencia Estatal de Investigaciones al diario 'Milenio'.
Según este rotativo, las víctimas mortales son presos y algunos celadores. En el interior del centro penitenciario se han registrado «detonaciones» e «incendios», así como una «fuerte movilización» policial para poner fin a los altercados.
Varios vecinos han relatado que un grupo de presos se ha hecho con el control de uno de los pabellones de la prisión en torno a la medianoche del miércoles al jueves y lo ha incendiado para distraer la atención de las fuerzas de seguridad y lograr fugarse del penal. Testigos consultados por el diario 'El Universal' han contado que han escuchado disparos y que los altercados han comenzado cuando varios presos han intentado fugarse del penal.
Las autoridades estatales no han dado por el momento ningún balance oficial de heridos y víctimas mortales. Los altercados en la prisión han provocado el despliegue en la zona del Ejército, además de agentes de la Fuerza Civil y de la Policía de Monterrey.
Las detonaciones e incendios se han registrado en el Centro de Readaptación Social de la cárcel y han comenzado a medianoche. Desde el exterior de la cárcel, varios testigos han asegurado que han escuchado detonaciones y explosiones, algunas de ellas supuestamente provocadas por granadas de fragmentación. También se han oído consignas gritadas por presos del Centro de Readaptación Social.
Según el diario mexicano, las fuerzas de seguridad han bloqueado el acceso a las instalaciones penitenciarias y han rodeado el perímetro del complejo para intentar evitar una fuga masiva de reclusos. El penal de Topo Chico, que es la cárcel más antigua del estado de Nuevo León, está vigilado por agentes de la Fuerza Civil.