La Unión Europea y Andorra han formalizado este viernes el acuerdo que ya rubricaron en noviembre para el intercambio automático de información de las cuentas bancarias de sus residentes a partir de 2018, como parte de las medidas para combatir el fraude fiscal.
El objetivo es que las autoridades nacionales puedan perseguir a los evasores fiscales y también crear un efecto disuasorio entre aquellos que ocultan que poseen ingresos o valores no declarados en el extranjero.
En base a este acuerdo, los Estados miembros podrán recibir información relevante de sus nacionales con cuentas en Andorra, por ejemplo el nombre del cliente, la dirección, el número de identificación fiscal (NIF) y el saldo, con lo que los evasores no podrán aprovechar el secreto bancario para ocultar su patrimonio.
La firma supone «un nuevo nivel de cooperación» entre la UE y Andorra, según ha destacado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici.
«El acuerdo pone bajo los focos a quienes intenten evadir impuestos ocultando su dinero en el extranjero», ha manifestado el comisario.
La Unión Europea cuenta con convenios similares con Suiza y Liechrenstein, ultima otro con San Marino y ha iniciado las negociaciones con Mónaco.