El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha confirmado la liberación de los cinco trabajadores de esta ONG que fueron secuestrados el martes en Ghazni, en el centro del país, y ha asegurado que todos ellos se encuentran bien de salud.
«El CICR celebra la liberación incondicional y pide más respeto a su trabajo y a su personal en Aganistán», ha afirmado, en un comunicado, el CICR. «Estamos inmensamente aliviados por saber que nuestros cinco colegas están libres y con buen estado de salud», ha afirmado el jefe de la delegación del CICR en Kabul, Jean-Nicolas Marti. «Queremos agradecer a todos los involucrados la rápida resolución de la crisis», ha añadido.
Los cinco trabajadores fueron secuestrados cuando se dirigían a realizar una evaluación, con el objetivo de ayudar a las comunidades más afectadas por la violencia en el distrito de Waghaz, en Ghazni. El CICR ha dejado claro que sigue comprometido con el trabajo a favor de los afganos que sufren el conflicto.
«Pedimos un mayor respeto al trabajo humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja en todo el país. Nuestro personal debe poder trabajar con seguridad. Estamos revisando las condiciones de seguridad en Ghazni con todas las partes en conflicto y confiamos en recibir renovadas garantías de seguridad para retomar nuestro trabajo cuanto antes», ha asegurado Marti.
El CICR está presente en Afganistán desde 1987, trabajando para prevenir violaciones del Derecho Internacional Humanitario, para proteger a los detenidos, facilitar agua, sistemas sanitarios y medidas de apoyo a civiles afectados por la guerra.
También se encarga de poner en contacto a detenidos con sus familiares o a familias separadas por el conflicto, sirve de intermediario neutral, ayuda a los heridos y a personas con discapacidad y apoya a centros sanitarios del país.