Save the Children ha denunciado este martes que unos 2.500 niños refugiados han quedado «bloqueados» en la frontera de Grecia con Macedonia como consecuencia de las nuevas restricciones impuestas en los Balcanes, lo que les deja en una situación de riesgo frente a las mafias de traficantes de personas.
En un comunicado, el jefe del equipo de Save the Children en la zona, Goran Bilic, ha alertado de que los niños están «abandonados a su suerte». «Con las fronteras cerradas a los afganos y a la mayoría de nacionalidades, un número cada vez mayor de niños están bloqueados en un limbo y abandonados a su suerte. Los refugiados se están viendo forzados a elegir entre gastar lo poco que tienen para comprar comida o dárselo a los traficantes para seguir con el viaje», ha explicado.
Save the Children ha contado que, en muchos casos, los niños tienen una familia que les está esperando en cualquier otro lugar de Europa pero, «con el retraso que suponen los procesos de reunificación familiar formales en la Unión Europea», «están optando por emprender su propio viaje de forma ilegal, con la ayuda de traficantes y contrabandistas que esperan en los alrededores de los campos».
En este sentido, ha alertado de «la falta de capacidad para identificar a los niños solos y vulnerables que llegan a Grecia y viajan a través de Macedonia, Serbia, Croacia y otros países de tránsito sin ningún tipo de cuidado ni servicio que vele por su seguridad o bienestar pone a estos niños en grave riesgo de sufrir abusos, ser explotados o caer en manos de las redes de trata de personas».
«Los gobiernos europeos parecen estar más interesados en proteger sus fronteras que en proteger a la gente», ha denunciado la ONG, antes de recordar que los niños y sus familias «llegan buscando protección internacional y la respuesta de Europa es darles con la puerta en las narices y construir muros y vallas para impedirles entrar».
Tras asegurar que las políticas actuales «están vulnerando la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y los tratados internacionales sobre Derechos Humanos ratificados por los países europeos, Save the Children ha remarcado que las «escenas de caos y confusión» que se están viendo en la ruta que hacen los refugiados «son un indicador de lo que está por venir si los gobiernos continúan con sus medidas de disuasión y exclusión».
«Esta crisis solo se podrá mitigar cuando los gobiernos europeos pongan fin a las políticas de admisión selectivas en sus fronteras», ha subrayado. En este sentido, Save the Children ha hecho hincapié en que «la gente que huye de la violencia tiene derecho legal a un proceso de asilo basado en necesidades, no en nacionalidades».
Además, ha asegurado que los gobierno deben «con urgencia» dar prioridad la ayuda a aquellos que no pueden continuar con sus viajes. «La Unión Europea tiene que apoyar a Grecia en sus esfuerzos para satisfacer las necesidades de la gente que se encuentra en tránsito y aquellos que solicitan asilo, en lugar de usar al país heleno como cabeza de turco en lo que se está convirtiendo en un desastre humanitario», ha concluido.