El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha aclarado que «no es cierto» que la Iglesia no haya hecho nada o haya hecho poco para responder a los abusos sexuales por parte del clero y ha defendido que gracias al esfuerzo de la Iglesia, en «muchos» países los casos de abusos son cada vez «más raros».
«En muchos países los resultados del empeño de renovación son reconfortantes, los casos de abuso se han convertido en muy raros y la mayor parte de los que salen a la luz hoy ocurrieron en un pasado lejano de varios decenios», precisa Lombardi.
Así lo indica en una nota aclarativa enviada ante la «atención» que han suscitado dos acontecimientos relacionados con los casos de abusos en la Iglesia: la testificación del cardenal australiano George Pell sobre la actuación de las instituciones eclesiásticas ante los casos de abusos en Australia y el Óscar a la película 'Spotlight' que narra la investigación de los periodistas del Boston Globe por la que ganaron el Pulitzer.
Concretamente, sobre este último caso, Lombardi recuerda que el cardenal Bernard Law renunció en el año 2002 y le sucedió como arzobispo de Boston Sean O'Malley al que el director de la oficina de prensa de la Santa Sede define como una persona «con rigor y sabiduría».
Acerca de los abusos en Australia, Lombardi apunta que ya en 2008, con motivo del viaje a Sydney por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Papa Benedicto XVI se encontró con un pequeño grupo de víctimas en la archidiócesis gobernada por el cardenal Pell que, según la Santa Sede, ha dado testimonio personal «digno y coherente» mostrando «los errores cometidos».
«La presentación sensacionalista de estos dos eventos ha hecho que gran parte del público, sobre todo el menos informado o de memoria corta, piense que la Iglesia no ha hecho nada o ha hecho poco para responder a este drama horrible y que hace falta que comience de nuevo. Esto no es así», señala el portavoz del Vaticano.
En contra de esta idea, Lombardi subraya la creación de la Comisión para la protección de los menores anunciada por el Papa Francisco en diciembre de 2013. «Esto indica la madurez en el camino de la Iglesia católica», añade.
No obstante, reconoce que en algunos países todavía se cubren estos casos con el «silencio» y que, por tanto, «aún hay mucho que hacer». En cualquier caso, defiende que ahora el camino está «más claro».