La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, viajará este sábado a Sao Paulo para visitar a su predecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, interrogado ayer por la Policía en el marco de la 'Operación Lava Jato', según informa el diario 'O Globo'.
Rousseff, que realizará la visita fuera de la agenda oficial, ya ha manifestado su «insatisfacción» con el interrogatorio al expresidente al considerar que se trataba de una medida «innecesaria» dado que Lula manifestó en numerosas ocasiones su voluntad de comparecer voluntariamente ante la Policía para dar todas las explicaciones pertinentes.
Los agentes registraron ayer, además de la residencia del exmandatario, la sede del Instituto Lula y el domicilio de su hijo mayor, Fabio Luiz. En la operación participaron unos 200 agentes así como 30 auditores de Hacienda.
Lula da Silva ha indicado que no va a «agachar la cabeza» porque no tiene nada que «temer», al tiempo que ha criticado el «show» de su detención por su presunta implicación en el escándalo de Petrobras.
Lula ha achacado su aprehensión a un ataque personal por su éxito, que le ha llevado a ser «el mejor presidente» de Brasil, por delante de «políticos y terratenientes». «Vine al mundo para vivir adversidades. Nunca en mi vida he tenido nada fácil. Y ahora que pensaba que, a los 70 años, podría relajarme, soy un blanco electoral», ha lamentado.