jueves, noviembre 28, 2024
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Grecia al borde del colapso

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La situación en Grecia podría «estallar» de continuar la llegada de inmigrantes y refugiados sin que haya una solución a nivel europeo y sin que Turquía adopte medidas para frenar este flujo, ha advertido el embajador griego en Madrid, Nicolas Pazios.

En una entrevista, ha lamentado la «falta de consenso» en la crisis de refugiados y las «medidas individuales» adoptadas por algunos países europeos que han dejado a miles de inmigrantes y refugiados atrapados en Grecia en una situación dramática, según han denunciado numerosas ONG.

«Estas personas están ahora atrapadas en Grecia, siguen viniendo y vamos a estallar», ha advertido Pazios, haciendo hincapié en que su país está tratando de salir de una grave crisis económica, «con todas las implicaciones sociales y políticas que esto tiene», y gestionar a estos miles de personas «requiere un gran esfuerzo, no solo económico sino también administrativo».

Desde que el verano pasado Grecia se convirtió en la principal puerta de entrada a Europa de inmigrantes y refugiados, la presencia de estas personas en el territorio griego ha tenido un serio impacto en el turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país, así como toda una serie de «costes indirectos» en otros sectores.

Coste de más de 1.500 millones  

En total, ha explicado el embajador, el Gobierno de Alexis Tsipras estima que la crisis de refugiados supone un coste de «más de 1.500 millones de euros al año» para las arcas públicas. Se trata de «una estimación elevada», ha subrayado Pazios, sobre la que no hay un «control estricto» por parte de las instituciones europeas como sí lo hay respecto a la «deuda pública griega».

«Uno puede imaginarse cuál sería la cifra si una gran cantidad de estas personas se queda en Grecia y este es nuestro temor y la esencia del asunto», ha incidido, subrayando que en lo que va de año han llegado a Grecia, según los últimos datos de ACNUR, más de 126.000 inmigrantes y refugiados, mientras que en los tres últimos días arribaron unos 6.000.

«Si esto continúa sin ninguna solución, ¿cuál sería el coste en un año?», se ha preguntado, subrayando que al margen del coste económico está también el aspecto humanitario. «Casi la mitad de los que llegan son niños», ha resaltado el embajador.

Así las cosas, Pazios ha admitido las carencias de Grecia a la hora de afrontar esta llegada masiva de personas a su territorio, algo «nunca visto» hasta ahora. «No estoy diciendo que todo fuera perfecto al principio o que Grecia no necesitara una mejor organización, pero también creo que todo esto se ha usado como pretexto», ha lamentado.

En este sentido, se ha mostrado convencido de que si su país hubiera cumplido con todo lo que se le pide –algo que dice que ya hace al 80%–, seguramente Austria y los países balcánicos habrían adoptado la misma decisión de cerrar sus fronteras.

Respecto a la postura adoptada por Viena, el embajador ha reconocido que en Grecia se sintieron «sorprendidos y decepcionados en cierta medida» y también «asombrados» puesto que la decisión tenía un impacto directo en la «dignidad de las personas».

«No nos hemos sentido abandonados»   

Para el diplomático griego, se trata de un «enfoque equivocado» y está claro que el cierre de fronteras «es una receta para el fracaso». No obstante, y pese a este revés y las consecuencias que está teniendo para su país, ha asegurado que en Grecia no se han sentido «abandonados» por Europa, puesto que hubo países que criticaron a Austria y que han mostrado su solidaridad.

Por ello, ha defendido la necesidad de que en la cumbre de este lunes entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE con Turquía salga algún tipo de solución, si bien ha reconocido que para Atenas es «difícil de aceptar el tener el sentimiento de que esto nos es impuesto por algunos países».

Para el embajador lo que falta es voluntad política. «Existe una estimación general de alrededor de 1,5 millones de refugiados por el conflicto en Siria e Irak. La cuestión es la siguiente: ¿cuántos somos en Europa? Teóricamente, al menos hablando, absorber esta cifra no es nada, pero políticamente es otra cuestión».

Teniendo en cuenta que en los países europeos viven ya millones de inmigrantes, «la situación actual es comprensible pero difícil de justificar», ha sostenido, lamentando que la «presión esté centrada desde todas partes en mi país».

Plazo del 12 de mayo 

Así, ha considerado factible que Grecia cumpla con el plazo del 12 de mayo propuesto por el comisario de Inmigración e Interior, Dimitris Avramopoulos, para registrar a los refugiados que entran en su territorio y evitar nuevos controles fronterizos.

No obstante, los demás deben hacer también «su parte», puesto que solo unos pocos cientos de refugiados han sido reasentados desde Grecia en el marco del plan acordado el pasado septiembre para reubicar a 160.000 de este país e Italia.

Además, ha advertido, solo será «posible siempre y cuando no tengamos a millones llegando desde Turquía». Por ello, ha insistido en que Turquía tiene un «papel crucial» en esta crisis a la hora de frenar el flujo de inmigrantes y refugiados que parten desde sus costas hacia las islas griegas.

En este sentido, Pazios ha puesto en duda que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan esté «haciendo lo suficiente», aunque ha reconocido que la presencia de más de un millón de refugiados en su territorio constituye «un gran problema».

Pero, se ha preguntado, «¿qué podemos hacer nosotros? ¿Bloquear el mar? ¿Cómo? Y si vemos una embarcación con mujeres y niños y algunos hombres en el medio del mar qué vamos a hacer, ¿matarles o dejar que se ahoguen?».

En cuanto a la exigencia que se está haciendo llegar desde Bruselas a Ankara, de que debe aceptar de forma rápida a aquellos inmigrantes que no son susceptibles de solicitar asilo, Pazios ha hecho hincapié en que hará falta «un tratado de readmisión firmado por la UE» y en que «el grueso de los que llegan son sirios e iraquíes», por tanto refugiados, y no inmigrantes económicos.

Respecto a estos últimos, ha planteado la posibilidad de presionar a sus países de origen desde la UE para que accedan a aceptarlos, ya que aunque con muchos de ellos existen acuerdos de readmisión llegado el caso se niegan a acoger a sus ciudadanos de vuelta.

Solución a nivel europeo 

«Hay que encontrar una solución a nivel europeo», ha insistido el embajador, que reconoce que es un asunto «complejo de resolver». «Europa no puede seguir viviendo en una nube», ha advertido, entre otras cosas porque el flujo de refugiados podría «descontrolarse por completo y nadie puede decir lo que sucederá».

El embajador se ha mostrado agradecido con la postura «comprensiva» mostrada en esta crisis por países como España o Italia, que han experimentado una experiencia similar, y en particular ha aprovechado para trasladar su «agradecimiento a los voluntarios españoles que han llegado a Grecia para ayudar a los refugiados».

«Obviamente nos gustaría más apoyo dado que estamos en un atolladero y hay que tomar decisiones», ha remachado.

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