El conflicto y la posterior inestabilidad que ha atravesado República Centroafricana (RCA) han tenido un «efecto devastador» en los niños del país, quienes han sido víctimas en los últimos cinco años de «violaciones graves de sus Derechos Humanos» por parte de todos los actores, según el último informe presentado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.
El informe repasa los acontecimientos vividos en RCA entre enero de 2011 y diciembre de 2015 que incluyen el auge de los rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, y su toma del poder en 2013, su consiguiente disolución y la aparición de los grupos antibalaka, predominantemente cristianos, con los enfrentamientos entre ambos y el surgimiento en los últimos tiempos, en pleno proceso de transición, de «hombres armados no identificados».
Según el texto, durante este periodo, «los grupos armados, incluidos los grupos de autodefensa, reclutaron y utilizaron a gran número de niños». Según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) de 2014, entre 6.000 y 10.000 menores estaban vinculados a grupos armados. Entre enero de 2014 y diciembre de 2015, se consiguió separar a 5.541 menores, 1.274 de ellos niñas, de los grupos armados.
Por otra parte, en este periodo se ha documentado la muerte de 333 niños (incluidas 75 niñas) y la mutilación de otros 589 menores (137 niñas), si bien se cree que estas cifras estarían «muy subestimadas» puesto que los distintos grupos armados, entre los que en los últimos tiempos también se ha incluido el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) de Joseph Kony, «han matado y mutilado a niños».
El grueso de las muertes y las mutilaciones se produjeron en 2014, en el momento álgido de la violencia, con 146 niños asesinados y 289 mutilados. En 2015, según el documento, «se vivió un periodo de relativa calma» que se rompió en septiembre, con el estallido de un nuevo brote de violencia en Bangui. Así, se documentaron 62 menores muertos y 185 mutilados.
Otro de los abusos de los que han sido objeto los niños centroafricanos en los últimos años ha sido la violación. En este caso, las niñas son las principales víctimas, con 513 menores víctimas de violación y otras formas de violencia sexual, frente a solo ocho niños. Como en el caso de las víctimas mortales, la mayoría de los casos se produjeron en 2014.
«Aproximadamente el 50 por ciento de los 406 casos de violencia sexual documentados en 2014 fueron perpetrados por los antiguos Séléka (205 casos), el 46 por ciento por los grupos antibalaka (187 casos), y el 4 por ciento restante se atribuyó a miembros de la Policía Nacional o personas no identificadas», precisa el informe.
Los investigadores de la ONU también han documentado el secuestro de 257 niños (62 de ellos niñas) de entre 3 y 17 años durante el periodo analizado. En este caso, casi el 70 por ciento de los casos documentados se atribuyen al LRA, alcanzando su nivel máximo en 2011. Estos menores fueron utilizados como porteadores, para saquear bienes y otras tareas de apoyo de este grupo rebelde originario de Uganda, mientras que las niñas fueron víctimas de violencia sexual.
El informe también ha documentado que «los sistemas de educación y salud ya de por sí frágiles se vieron gravemente afectados por el conflicto, y cientos de miles de niños se vieron privados de su derecho fundamental a la educación y la atención básica de la salud».
Así, en estos cinco años, se han verificado un total de 131 incidentes de ataques contra escuelas (98 incidentes) y hospitales (33 incidentes). Además, los trabajadores sanitarios y maestros fueron amenazados y asesinados y se usó escuelas y hospitales con fines militares.
Por último, el documento recoge las «violaciones graves cometidas contra niños por las fuerzas internacionales» desplegadas a lo largo de este periodo en RCA. «Se han documentado numerosos casos de violación y violencia sexual contra niños, en algunos casos en forma reiterada, cometidos por fuerzas de Naciones Unidas y miembros de otras fuerzas», de los que se ha informado a las «autoridades competentes para la adopción de medidas», explica el texto.
Así, menciona la investigación abierta por el Gobierno francés por los supuestos abusos cometidos por miembros de la 'Operación Sangaris' en el país entre diciembre de 2013 y mayo de 2014 y «en enero de 2016, se recibieron nuevas denuncias de casos de violaciones graves contra niños ocurridos durante el período que abarca el informe en los que habían participado miembros del contingente de Georgia de la Fuerza de la Unión Europea y de la 'Operación Sangaris'».
Además, en 2015 se recibieron diez denuncias de violencia sexual contra niños cometida por personal de la Misión de Paz de la ONU (MINUSCA). Según precisa el informe, «algunos de los menores fueron agredidos sexualmente mientras que a otros se les pidió que mantuvieran relaciones sexuales a cambio de dinero, alimentos y productos no alimentarios». Estos abusos, junto con otras denuncias recibidas en enero de este año, están siendo investigados.
«En junio de 2015, nombré a un grupo de expertos externos e independientes para que examinaran la cuestión de la explotación y los abusos sexuales cometidos por las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana, para contribuir a una revisión de los procedimientos de Naciones Unidas en apoyo de las víctimas de la explotación y los abusos sexuales», explica Ban en su informe, que ha dicho que está examinando sus recomendaciones.