Los dos años que ha durado el conflicto de Ucrania y que aún se mantiene activo aunque con menor intensidad ha dejado un saldo de 1,5 millones de personas hambrientas, 300.000 de ellas en una situación grave de inseguridad alimentaria y que necesitan «ayuda alimentaria inmediata», según un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), dependiente de la ONU.
«Dos años de violencia, bombardeos y miedo han dejado una marca indeleble en miles de personas del este de Ucrania», ha destacado el representante para Ucrania del PMA, Giancarlo Stopponi. «Como continúa el conflicto, necesitamos llegar a estas personas urgentemente. Pedimos a todas las partes del conflicto que faciliten el acceso completo y sin trabas a la gente necesitada de todo el país», ha añadido.
El PMA pretende alcanzar a 270.000 de las personas en situación más vulnerable con el programa de ayuda alimentaria mensual en la primera mitad de este año.
Desde noviembre de 2014, el PMA ha distribuido ayuda de emergencia a más de medio millón de personas, incluidas 370.000 que obtuvieron paquetes de alimentos mensuales y 180.000 que recibieron ayuda mediante transferencias en efectivo en zonas en las que aún funcionan los mercados.
«El PLMA seguirá aportando transferencias en efectivo y ayuda alimentaria a los más vulnerables entre los afectados por el conflicto«, destaca el organismo de la ONU en un comunicado.
En particular subraya la mala situación en la zona de la región de Lugansk controlada por las fuerzas separatistas prorrusas que se encuentra más cerca de la línea del frente. Más de la mitad de la población sufre la completa pérdida o una importante reducción de sus ingresos.
El PMA no tenía presencia en Ucrania antes del conflicto, pero ahora colabora con otras agencias de la ONU para prestar asistencia a quienes han tenido que abandonar sus hogares, a quienes regresan a sus hogares y a las personas que aún están atrapadas en los focos de conflicto.