El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha manifestado este sábado que se están comenzando a ver «los primeros resultados» del acuerdo sobre inmigración firmado en marzo entre la UE y Turquía, un país que, según sus palabras, está demostrando un trato «ejemplar» hacia los refugiados que acoge.
«Desde el acuerdo de marzo hemos visto una notable reducción de la inmigración ilegal a lo largo del mar Egeo. Nuestras operaciones de retorno están demostrando el cambio de la inmigración ilegal hacia un desplazamiento legalizado», ha declarado Tusk durante su visita al campo de refugiados de Nizip, en la ciudad de Gaziantep, acompañado de la canciller alemana, Angela Merkel.
El acuerdo con Turquía, además de una ayuda de 3.000 millones de euros, contempla la exención de los visados para los ciudadanos turcos que viajen a la UE.
Si bien el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, advertía este sábado de que la UE todavía no ha cumplido con esta parte del acuerdo, lo que amenazaría el pacto en su conjunto, Tusk ha declarado que los pasos a seguir para su consecución se están «acelerando» y que Turquía está «cumpliendo con lo acordado».
Finalmente, Tusk aplaudió el comportamiento de Turquía a la hora de gestionar la recepción y acogida de refugiados. «Turquía es el mejor ejemplo del mundo entero a la hora de tratar a los refugiados. Me enorgullece que seamos socios. No hay otra alternativa», ha concluido.
Denuncias de abusos
Organizaciones como Amnistía Internacional denuncian que desde que se firmó el acuerdo sobre migración entre la UE y Turquía, varias ONG han documentado cómo se impide a los refugiados la entrada en Turquía en la frontera siria, cómo las fuerzas de seguridad disparan contra ellos y cómo se los devuelve a su país de origen.
Además, han criticado que las autoridades turcas no permiten la vigilancia del trato que reciben los refugiados a organizaciones como ACNUR, lo que «aumenta el riesgo de que se cometan abusos contra los derechos humanos en los centros de detención turcos».