Los dos españoles que fallecieron este martes en un tiroteo en Cabo Verde son trabajadores de la filial de núcleo que Duro Felguera tiene en este país, según han informado fuentes cercanas a la empresa.
En total murieron once personas, ocho militares y tres civiles, y el ataque fue perpetrado en un cuartel militar de la localidad de Monte Txota. En las últimas horas, el soldado caboverdiano Manual Antónioo Silva Ribeito ha confesado la autoría de los crímenes a su familia, pero aún continúa en paradero desconocido.
Los familiares han relatado a la Policía que Silva acudió a la vivienda de sus padres en Palmarejo, un barrio de la capital, y les contó que había matado una a una a once personas.
Las autoridades caboverdianas han detallado que entre las víctimas hay ocho militares locales y un noveno uniformado que está en paradero desconocido y que, según «fuertes indicios», estaría implicado en el suceso.
Los otros tres fallecidos son civiles: dos técnicos españoles y un caboverdiano que trabajaban en el centro de telecomunicaciones. Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha confirmado que dos ciudadanos españoles han muerto.
Los españoles fallecidos, que han sido identificados y cuyas identidades no se han revelado, realizaban labores de mantenimiento. Medios periodísticos locales en Cabo Verde confirmaron que los dos españoles fallecidos eran técnicos de telecomunicaciones.
En el marco de las pesquisas, las fuerzas de seguridad han encontrado nueve armas largas y municiones en el interior de un coche abandonado en los alrededores.
El Gobierno ha desligado estos hechos del narcotráfico, ya que en un principio los medios locales habían señalado que podría ser una respuesta del crimen organizado a un operativo lanzado la semana pasada en el que decomisaron 280 kilos de droga.
«En el origen de este acontecimiento habría motivaciones personales que excluyen la idea de un atentado contra el Estado de Cabo Verde», ha sostenido.
También ha negado que se hayan producido tiroteos en la capital, Praia, y que el principal aeropuerto y el espacio aéreo de la nación africana hayan estado cerrados.
«El Gobierno lamenta mucho esta tragedia y garantiza que brindará todo el apoyo y la solidaridad a los familiares de las víctimas», así como que «tomará todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos», ha afirmado.
«Recomendamos calma y serenidad a la población», ha instado, en medio de los rumores que sugerían que había un golpe de Estado en marcha contra el nuevo Gabinete, que inició su andadura la semana pasada tras las elecciones de marzo.