Greenpeace Países Bajos ha publicado este lunes una serie de textos de las negociaciones que la Unión Europea mantiene con Estados Unidos para la firma de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en el inglés) con los que la ONG pretende «generar un debate informado de un tratado que amenaza con tener implicaciones de largo alcance para el medio ambiente y las vidas de casi 1.000 millones de ciudadanos».
En concreto, se trata de 248 páginas que constituyen la mitad del borrador del acuerdo a fecha de abril, antes del inicio de la última ronda celebrada en Nueva York entre el 25 y el 29 de abril. Según explica la ONG, el texto al que han tenido acceso supondría tres cuartas partes del texto ya consolidado del tratado, que contará con entre 25 y 30 capítulos y varios anexos.
Los textos consolidados, aclara Greenpeace, son aquellos en los que las posturas de ambas partes aparecen juntas, lo que «nos permite ver las áreas en las que la UE y Estados Unidos están cerca del acuerdo y donde aún habrá que hacer compromisos y concesiones».
«Ha llegado el momento de poner el foco en estas negociaciones. Se está regateando a puerta cerrada con progresos medioambientales que ha costado mucho ganar», ha subrayado Faiza Oulahsen, de Greenpeace Países Bajos, sosteniendo que los documentos que ahora se publican «demuestran que la sociedad civil estaba en lo cierto al preocuparse por el TTIP».
«Deberíamos parar las negociaciones e iniciar el debate», ha añadido en un comunicado anunciando la publicación de los documentos, reclamando que se publique la última versión del borrador del tratado «para que los ciudadanos y los representantes electos tengan la oportunidad de entender lo que se está proponiendo en sus nombres».
Preocupación de GreenPeace
Greenpeace ha expresado su preocupación en torno a cuatro aspectos relativos a la protección del medio ambiente y los consumidores. Así, ha indicado que aparentemente «se abandonan protecciones medioambientales de larga data» recogidas en la regla de Excepciones Generales, que se remonta a hace 70 años y que se incluye en el acuerdo GATT de la OMC.
Dicha norma, permite que los países regulen su comercio «para proteger la salud o la vida humana, animal y vegetal» o para «la conservación de recursos naturales». Según Greenpeace, «la omisión de esta norma «sugiere que ambas partes están creando un régimen que pone el beneficio por delante» de humanos, animales y plantas.
En segundo lugar, advierte de que según se desprende del texto será más complicada la protección del medio ambiente, puesto que no se hace ninguna referencia a este aspecto hasta el momento en el texto que se está consensuando y ello pese a que el Acuerdo de París llama a mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 grados centígrados.
En tercer lugar, el principio de precaución, recogido en el Tratado de la UE, no aparece en el texto, mientras que sí lo hace la petición estadounidense de un enfoque 'basado en los riegos' que busca gestionar las sustancias peligrosas en lugar de evitarlas. «Este enfoque mina la capacidad de los reguladores de adoptar medidas preventivas» respecto a sustancias controvertidas.
Por último, según la ONG ecologista, se abre la puerta a un mayor poder de las corporaciones ya que «el sector empresarial tiene oportunidades para participar en la toma de decisiones; para intervenir en las primeras fases del proceso de toma de decisiones».
Mientras que la sociedad civil ha tenido un acceso escaso a las negociaciones, ha denunciado Greenpeace, los documentos muestran muchos casos en los que la industria ha sido consultada y ha tenido un papel privilegiado en el proceso de toma de decisiones. Así, considera que «la opacidad de la UE es debida a la influencia de los intereses de los poderes de la industria».
«Estos documentos reflejan la magnitud y el alcance del intento de Estados Unidos y la Unión Europea de anteponer los beneficios empresariales a los intereses de la ciudadanía», ha resaltado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España.
«¿Debemos actuar cuando tenemos la certeza de que nuestra salud y bienestar están en riesgo o debemos esperar a que el daño esté hecho? ¿Nuestros gobiernos eran sinceros en la Cumbre del Clima de París cuando dijeron que harían lo necesario para proteger el planeta y mantener el ascenso de temperatura por debajo de 1,5 grados? La protección ambiental no debe verse como una barrera al comercio, sino como un salvavidas para nuestra salud y la salud de las generaciones futuras», ha añadido.
«Desde Greenpeace hacemos una llamada a la ciudadanía, políticos y empresarios para que se involucren en el debate del TTIP de manera abierta y sin miedo», ha reclamado Soto, instando igualmente a la publicación de «los textos completos» y a que, a la espera de responder a las «cuestiones pendientes», se suspendan las negociaciones.
Greenpeace Países Bajos no ha revelado cómo ha obtenido los documentos y ha explicado que antes de publicarlos ha procedido a tratarlos con el fin de evitar que se pudiera identificar a la fuente, aunque sin alterar su contenido ni formato.
Tras recibirlos, la ONG procedió a analizarlos de forma conjunta con la red de investigación alemana compuesta por NDR, WDR y 'Sueddeutsche Zeitung'.
Esta red de investigación es una unión de diferentes medios alemanes que también investigó las filtraciones de Edward Snowden y los recientes escándalos de emisiones de Volkswagen, entre otros, ha explicado.