El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho hoy que su departamento está en contacto con las familias de los dos españoles desaparecidos en Malasia cuando se encontraban en una embarcación y que se baraja la hipótesis de un fallo de motor, aunque no se descarta ninguna.
García-Margallo ha hecho estas declaraciones a los periodistas tras el acto de inauguración en el Palacio de Santa Cruz de la exposición «Miguel de Cervantes, Embajador de España».
Los equipos de rescate de Malasia se movilizaron hoy para localizar una embarcación que desapareció en el norte del estado de Sabah, en la isla de Borneo, cuando transportaba a cuatro personas, entre ellas dos españoles.
El ministro ha explicado que el último contacto con ellos se tuvo ayer por la tarde y que la Embajada está en contacto con las autoridades malasias, que han desplegado un operativo de seis buques y un helicóptero, además de avionetas privadas que rastrean la zona.
Además, la Unidad de Emergencia Consular se ha puesto en contacto con las familias de los españoles desaparecidos, a los que están informando en tiempo real de las novedades.
Ha añadido que se trabaja con todas las hipótesis y que serán las autoridades malasias las que determinen el motivo, pero la principal es un fallo en el motor.
La embarcación desapareció mientras cubría el trayecto entre la isla de Balambangan y el distrito de Kudat, en el norte de Borneo.
La barca salió de Balambangan el lunes por la tarde y debía haber llegado a Kudat dos horas más tarde.
En declaraciones telefónicas a Efe, un portavoz de la Agencia Marítima de Malasia apuntó a un fallo del motor como causa de la desaparición del bote, en el que también viajaban un chino y un malasio, y que habría sido arrastrado por la corriente.
El mismo portavoz señaló que no hay indicios de que la desaparición esté relacionada con un secuestro por parte de piratas.
El barco desapareció en el mar de Sulu, situado entre la isla de Borneo y el sur de Filipinas, donde tienen su base grupos como Abu Sayyaf, responsable de numerosos secuestros de turistas y pescadores para pedir un rescate a cambio de su liberación