El Gobierno ha manifestado hoy su enérgico rechazo a las «brutales agresiones» en Venezuela contra varios diputados opositores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y ha instado a que se «garantice la seguridad» de «todos los legítimos representantes» elegidos por la ciudadanía.
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha mostrado su preocupación por «la escalada de la tensión y el aumento de los actos de violencia», así como por la «restricción de las libertades contra destacados líderes de oposición».
Ayer, varios diputados venezolanos, entre ellos el jefe de la mayoritaria bancada de la oposición del Parlamento, Julio Borges, fueran agredidos frente a la sede del Poder Electoral mientras protestaban para exigir una respuesta del organismo sobre el proceso de referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
El Gobierno ha exigido en la nota que se garantice «la seguridad de todos los legítimos representantes de la voluntad del pueblo venezolano» y que se contribuya así «a crear las condiciones para que se pueda iniciar un diálogo nacional genuino que permita abordar la grave situación» por la que atraviesa el país.
Asimismo, ha reiterado que la solución a la crisis «pasa por el respeto de todos los mecanismos y disposiciones constitucionales».
EFE