Austria deberá volver a las urnas. Los 14 jueces del Tribunal Constitucional del país han estipulado que deberá repetirse la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 22 de mayo por irregularidades en el recuento de los votos. El ecologista Alanxander Van der Bellen ganó por tan sólo 31.026 sufragios de diferencia al candidato extrema derecha y antieuropea Norbert Hofer.
Los magistrados del Constitucional han detectado irregularidades después de interrogar durante dos semanas a varios testigos del recuento de papeletas, en el que fue necesario recurrir al voto por correo para deshacer el empate técnico que arrojaban las urnas. Los resultados de las elecciones austriacas fueron impugnados por el ultranacionalista Partido Liberal de Austria (FPÖ), después de que el su líder encabezara el escrutinio del voto presencial con una ventaja del 51,9% frente al 48,1% del candidato ecologista.
Sin embargo, Van der Bellen, un economista de 72 años que lideró el partido ecologista y progresista Los Verdes hasta 2008, ganó las elecciones y frenó la llegada de la extrema derecha a la Jefatura de Estado, que tanta alarma había desatado en el seno de la Unión Europea.
El candidato ultranacionalista provocó el recelo de Bruselas después de basar la campaña electoral en el rechazo a los refugiados y vincularlos con el aumento del paro y la criminalidad. «Austria y los austríacos primero», tanto para acceder al mercado laboral como a los servicios sociales, fue el lema de Hofer durante toda la campaña.
La insatisfacción con la gestión de la crisis de los refugiados y el aumento del desempleo ha llevado a votantes descontentos a abandonar los partidos mayoritarios y apostar por el populista FPÖ. Hofer, de 45 años, se alzó con una clara e inesperada victoria en la primera vuelta con un 35% de los votos.
De haber ganado Hofer, se hubiera convertido en el primer ultraderechista que llega a la jefatura de un Estado de Europa Occidental, además de alentar a otros partidos de la ultraderecha europea.
Redacción