lunes, septiembre 23, 2024
- Publicidad -

Hillary Clinton, la candidata a la presidencia de EEUU que se salta las normas de seguridad

No te pierdas...

Después de haber derrotado a sus rivales demócratas a la Casa Blanca en una carrera en la que ha tenido que hacer más concesiones de las previstas, Hillary Clinton continúa su propia batalla con la opinión pública y con el Departamento de Justicia estadounidense. Los culpables, los famosos e-mails que envió desde su correo personal mientras ocupaba el cargo en el gabinete de Barack Obama de 2009 a 2013.

El asunto ha estado presente durante las primarias pero ahora, con las aguas ligeramente más tranquilas y con Clinton nombrada candidata virtualmente, vuelve con toda su crudeza. Este sábado la ex secretaria de Estado ha comparecido voluntariamente -dice su jefe de campaña Nick Merryll- para explicar el uso que dio a un correo y un servidor privados para hacer comunicaciones oficiales que, en algunos casos, implicaban cuestiones de seguridad nacional.

Tras entrar en el gabinete de Obama, Clinton instaló un servidor de correo privado en su domicilio en Chappaqua, en Nueva York, según ‘The Washington Post’, uno de los medios estadounidenses que reveló su existencia, un uso que viola las normas de seguridad del Departamento de Estado sobre la utilización del correo electrónico, según una auditoría publicada a finales de mayo por el Gobierno.

Esta gestión de las comunicaciones electrónicas de la jefa de Diplomacia supone una violación de las normas de seguridad del Departamento de Estado: el nivel de seguridad de su servidor era inferior al requerido, algo que las autoridades gubernamentales avisaron desde el comienzo a la secretaria de Estado.

El alcance de esas comunicaciones, su contenido y las consecuencias de haberlos enviado a través de un servidor privado sin los requerimientos de seguridad  es lo que investiga ahora el FBI. También tratan de esclarecer si el servidor fue ‘hackeado’.

Además, ya ‘a posteriori’, Clinton tenía que haber entregado esos correos al Gobierno antes de dejar el cargo, pero lo hizo casi dos años después, en diciembre de 2014, cuando ya había borrado la mitad de los envíos.

Comparecencia “voluntaria”

Aunque oficialmente de manera voluntaria, Clinton no ha tenido más remedio que comparecer. El asunto de los e-mails se tornaba cada vez más complicado a medida que avanza la investigación, entre otras cosas por el laberinto que se ha creado la propia candidata.

Primero aseguró que no había ninguna información marcada como clasificada en esos correos, pero la CIA desmontó esa afirmación y cifró en 22 los correos que contenían datos sobre programas o fuentes “top secret”. El Departamento de Estado ha publicado unas 52.000 páginas de esos e-mails, según indicaba el procedimiento judicial.

Tampoco ha ayudado a la opinión pública que el expresidente y esposo de Hillary, Bill Clinton, se haya reunido –de manera informal, explicaron- con la fiscal general Loretta Lynch esta misma semana, en mitad de esa investigación. Las críticas han llovido desde demócratas y republicanos, dado que es Lynch la que tiene que valorar las investigaciones del FBI para decidir si abre un procedimiento contra la candidata demócrata.

Problemas con el e-mail desde el principio

Clinton siempre tuvo problemas con el uso de su correo. La secretaria de Estado de Obama insistió en seguir usando el correo de su BlackBerry por comodidad, pese a que todos los asesores y responsables de seguridad le avisaron de su peligrosidad.

Sin embargo, su uso no trascendió hasta que una comisión parlamentaria se puso a investigar el atentado en la embajada estadounidense en Libia en 2012, cuando el embajador de EEUU Christopher Stevens y otros tres estadounidenses murieron.

En un intento de transparencia, Hillary publicó toda la información referente a sus correos en su web. Desde que utilizó su cuenta personal por «comodidad» hasta unos tintes de arrepentimiento por no haber usado dos cuentas. 

En cualquier caso, argumentan en la web de la candidata, «las leyes, regulaciones y la política del Departamento de Estado durante su mandato le permitían usar una cuenta que no fuera del Gobierno para trabajar». Además, defiende la seguridad de todos los datos confidenciales. 

La comodidad a la hora de usar su cuenta personal de correo para asuntos de estado puede costarle cara a Clinton a solo cinco meses de las elecciones presidenciales a las que se presentará como candidata demócrata.

Paula Pérez Cava

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -